BERLÍN, ALEMANIA.
—¿Ya tienes pensado qué vas a hacer?
—Tengo un boleto para Murren en dos días. He arreglado mis documentos y sacado los papeles de migración. No ha sido complejo así que supongo que si todo sale bien estaré con mis padres en tres días—dijo Tessa a Ava mientras acomodaba su ropa en las maletas. Ava bebía una taza de café que Tess le había ofrecido mientras caminaba por el departamento.
—No creo que hayas hecho lo correcto.
—¿Sobre el divorcio?
—Si, no me refiero a la decisión de divorciarte si no de haber rechazado lo que Henrik te estaba ofreciendo. Era tu derecho, eres su esposa. Además, no importa cuánto dinero te diera, para él era como quitarle un pelo a un gato.
—No me importa el dinero, Ava. Solo quería divorciarme y ya está. Henrik puede mantener su dine
