Alexander No me pasó desapercibido el dolor en su mirada, en muchos aspectos la preocupación en su rostro por una persona que apenas conocía se me hizo un tanto agradable, no porque me gustase verla mal, sino porque ella tenía empatía por sus pacientes. — Señor Lin, él es el doctor Knight, uno de los mejores doctores del hospital —subí mi ceja y la miré. — Mucho gusto señor —hable todavía con la mirada clavada en el pequeño gnomo que acaba de halagarme. — El placer es mío —me miró por un momento —Entonces ¿Me van a sacar esta cosa de una vez? —sus ojos fueron a la pequeña cosa molesta que tenía frente a él. Mis ojos fueron de nuevo a Britney que estaba esperando mi aprobación para hablar, no puede evitar el pequeño deje de satisfacción que me produjo su acción, quizás ella no lo