Britney No tenía idea de cuál de las dos cosas era, pero era claro que su rostro era por mí reciente confesión. — Bien —llevó las manos a su caderas —, parece que lo has hecho enojar mucho, nunca los deja más de un turno aquí —fue mi turno de hacer muecas —por lo que supongo que lo que le has hecho es grande —pensé un momento y moví la mano — Soy demasiado sincera o quizás un poco arrebatada —una de las dos era —mi madre dice que tengo incontinencia verbal, pero es parte de la familia —era verdad —no es como si fuera la única que no puede mantener la boca cerrada unos segundos. Por supuesto que no, ninguno se mantenía callado. — Somos así todos —sabía que no me justificaba —, pero en mí está potenciado por una gran cantidad de sarcasmo que he tratado de no demostrar en público —c