Al siguiente día, Cristian se despertó gracias a las caricias de Natalia en su pecho y bajó su mano hasta su bulto; entendía que había amanecido con ganas. Iba a ceder ante ella, cuando sonó el celular, contestó y se colocó de pie sin importarle que por el brusco movimiento se lastimo; ya que Natalia lo tenía agarrado de su parte intima. Se fue al baño con prisa, tenía afán y más con la noticia que le acababan de dar. Por el lado de Natalia, se sentía frustrada al ver su reacción ante su tacto solo se relajó recordando que en un día estaría viajando a Londres, para poder ser complacida de todas las formas evidentes en brazos de otro hombre, donde no le importaba si era mayor o viejo mientras la supiera hacer sentir mujer. —¿Para dónde vas? — Cuestiono apenas vio a Cristian salir del b