CAPITULO 4

2519 Words
Un par de días después Kate recibió un mensaje por parte de Margarite, donde le informaba que si ella estaba de acuerdo pasaría esa tarde a tomar el Té, el mensajero espero la respuesta de Caitlyn y se dirigió a casa de los Wilmot con esta en sus manos. Margarite recibió el mensaje y le extraño que esta viniera dentro de un sobre cerrado con el sello personal de Caitlyn, y se apresuró a abrirlo…   Querida Margo: Por supuesto que me complace el recibirte, sabéis que siempre eres bienvenida en esta casa, además te tengo una gran sorpresa y estoy impaciente por contarte… Nos vemos a la hora de siempre, con cariño…    Caitlyn Staverley   Lo que su amiga quería contarle debía ser realmente importante como para sellar el sobre, por lo general sus mensajes siempre iban simplemente doblados, pero este estaba dentro de un sobre y sellado con la inicial de Kate… eso la intranquilizo. Más tarde cuando llego a casa de los Staverley estaba muy nerviosa, conocía a Caitlyn y sabia más que nadie que su amiga tenía un carácter difícil, por las buenas era grandiosa pero por las malas, es terrible, ella sabía lo que Kate le había hecho a su hermana con las cartas de Robert y aun cuando en un principio a ella le pareció que Kate tenía razón después lo había dudado, quienes eran ellas para meterse en las decisiones de otros, además Robert era su hermano y había elegido libremente, y Lizzy aun cuando no la conocía muy bien se le veía que era buena persona y así debería de serlo porque de haber sido de otra forma Robert jamás habría puesto sus ojos en ella, con esto en la cabeza llego hasta la puerta principal, toco a la puerta y como ya la esperaban la dirigieron directamente al jardín, donde Caitlyn le aguardaba, le había informado el mayordomo, así pues se con paso nervioso se dirigió hacia el lugar donde solían tomar el té -Hola! Margo – saludo una Kate radiante -Hola Kate – contesto simplemente y se prestó a tomar asiento - ¿Te sirvo? – e hizo una seña con la mano hacia la tetera -Si por favor… Una vez que le sirvieron el té, dijo sencillamente “gracias” -No hay porque... y bueno sabrás que mi hermano finalmente llego, estoy muy feliz… -Si lo sé y me alegro por ti, yo también estoy feliz, por qué…. - ¿Si? Y ¿por qué? La interrumpió creyó que le diría algo sobre Andy -Bueno - dijo tímidamente – Robert también ha regresado – le confeso Caitlyn se quedó muda, jamás se esperó eso, Robert su Robert por fin había vuelto y justo a tiempo, que maravillosa era la vida y el destino finalmente le sonreía, volvería a verlo y esta vez estaba en igualdad de circunstancias que su hermana, ya no era la niñita que él había conocido años atrás, ahora era una mujer y una muy hermosas, así que ya verían todos a quien elegiría Robert al final…ella se encargaría de ser la elegida de su corazón… - ¿Caitlyn?, Kate… - la llamo nuevamente, sacándola de sus propios pensamientos – te encuentras bien… -Claro que si – movió ligeramente la cabeza y paso su mano por el cuello y el lóbulo de la oreja, en ese gesto tan característico de Kate, cuando algo la intranquilizaba, se mordió ligeramente el labio y sonrió – solo que de pronto recordé que mañana tengo que ir a la prueba final de vestido, me lo entregan solo un par de días antes de la recepción – mintió - pero que me decías, que Robert ha vuelto? – olvido por completo el propósito de hacer sufrir un poco a Margo por haberle ocultado que ella y Andy estaban enamorados y se concentró en saber todo acerca de lo que había hecho Robert en ese tiempo de ausencia… Después de tres horas de sacar información, de hacer que Margo le prometiera que le avisaría de cualquier cosa de Robert, la chica se despidió de Caitlyn… Subió a su habitación por su bolso y su sombrero, tenía que salir al estudio de la diseñadora, ahora que Robert estaba aquí tenía que lucir más que hermosa y para eso debería hacerle uno ajustes al vestido que usaría esa noche… Le pidió a su tía que la acompañara, dado que no se le permitía salir sola en la ciudad, a diferencia que cuando estaban en la finca, que iba y venía sin compañía por todos lados… esa situación le desagradaba sobremanera… ella prefería hacer las cosas a su modo. -Kate, no te parece un poco apresurado este cambio, ¿además estás segura de que tu madre no pondrá el grito en el cielo una vez que se entere lo que has hecho? -Tía, ¡claro que no! Además, solo quiero quitar uno volantes que pensándolo mejor no va bien con el vestido nada más, anda por favor – suplico e hizo un puchero de niñita mimada – por favor –repitió y puso una cara de súplica con la que sabía que Victoria quedaría desarmada -Está bien, ve y dile al cochero que prepare el carruaje, ahora bajo. -Gracias – grito mientras salía corriendo de la habitación rumbo a las caballerizas para avisar al cochero y de paso dar un vistazo a Altanero. Le informo al cochero que preparara el carruaje y su fue al establo donde estaba su caballo, nada más verla el animal le lanzo un relincho de bienvenida, un sonido suave y cariñoso al reconocer a su dueña. -Hola! Bonito, me he portado muy mal contigo dejándote aquí tanto tiempo abandonado, pero te prometo que mañana tú y yo saldremos a dar un largo paseo – le decía mientras acariciaba al caballo, el animal parecía entenderle y dio otro relincho, Kate se despidió de Caramelo y partió rumbo a la casa. Una vez en el carruaje, le propuso a su tía ir a la chocolatería, esos dulces le encantaban y a Victoria esta idea le gusto puesto que también era asidua compradora de estas delicias. Llegaron con la diseñadora, una mujer francesa muy elegante y con un sentido de la moda más que exquisito, Madame Michelle Sainte-Maure, Kate le explico la única modificación que quería realizar en el vestido, Madame Michelle le sonrió encantada, la idea era de lo más novedosa y muy elegante pues no enseñaba más de lo que debería una señorita de sociedad, pero si resultaba sumamente sensual y llamativo para el sexo masculino. Cuando entraban en la tienda Demián las observo sumamente agradecido por su buena suerte de encontrarse con aquella hermosa aparición, las espero a que salieran y se dirigió con pasos decididos hacia el carruaje que aguardaba por ellas, pero se sorprendió al darse cuenta que las dos mujeres iniciaron su caminata hacia el sentido opuesto del carruaje, así que decidió seguirlas, las vio entrar en la Chocolat Dèlicieux, se encamino a la tienda y la vio a través de la vitrina. Kate estaba fascinada quería probar de todo y comprar de todos, finalmente se decidió por el “chocolate amer o chocolate Amargo”, que es una mezcla de chocolate puro y azúcar sin ningún otro añadido. Salían de la tienda y se dirigían al carruaje cuando Demian no resistió la tentación de hablarle. -Señorita Staverley – al escuchar su nombre Caitlyn se volvió y se encontró con la mirada de unos ojos negros que la veían intensamente, Demian le dedico una sonrisa de medio lado seductora – es un placer volver a verla, señorita – tomo la mano de Kate y la beso, pero sin apartar la mirada de ella. Caitlyn sintió como un escalofrió recorrió su cuerpo, y que este iniciaba donde el Conde acabada de besarla, era la segunda vez que le pasaba con ese hombre. -Buenas tardes Sr. Lemacks – respondió simplemente -Disculpe mi torpeza, - se disculpó con Victoria – Soy Demian Lemacks Conde de St. Albans un placer conocer a la madre de Andrew y de la Señorita Staverley – le tomo la mano y la beso con cortesía, pero sin la mirada intensa que había dedicado a Kate -Está equivocado Conde yo no soy la madre de Kate, aunque me habría gustado que así fuera, soy su tía Victoria Kent, es un placer – hizo una pequeña reverencia -Por favor disculpe nuevamente mi torpeza – que le pasaba nunca había cometido ese tipo de indiscreciones, pero es que esa mujer lo volvía loco -No se preocupe, al contrario, me alaga que piense que una joven tan hermosa como mi sobrina sea mi hija – se volvió hacia Kate y le dijo – ¿imagino que ya habrás invitado al Sr. Lemacks a la fiesta que se dará por tu debut? –alzo la ceja de manera interrogativa. -La verdad no tía, ya sabes cómo es mamá y se me hubiera atrevido a hacer tal cosa, cancela todo y me manda al convento y esta vez sin importarle la opinión de papá, así que disculpaos Conde -No os preocupéis, yo de igual… -Kate tiene razón, así que de modo que ella no lo puede invitar, pues nada lo invito yo, a mí ya no puede obligar a irme al convento y tampoco me parce que la superiora me recibiría gustosa… - se rio y Caitlyn se unió a su risa. Demian la miraba embelesado, esa mujer le gustaba como ninguna otra le había gustado desde hace mucho, de pronto Kate lo miro y dejo de reír, no supo si ella vio en sus ojos el deseo que sentía por ella, pero vio gratamente cuando la chica se sonrojaba con su sola mirada, se le antojo besarla ahí mismo. -Discúlpeme Conde – dijo victoria – al parecer he hablado de más, pero es que usted me parece un hombre muy agradable y siendo amigo de mis sobrinos, pues le he tomado confianza nada más conocerle, si tenemos el honor de seguirlo frecuentando se dará cuenta de que así suelo ser, por favor no piense mal y menos de mi querida Caitlyn. -Por supuesto que no madame, jamás haría tal cosa, y sobre todo tratándose de la familia de Andrew. Además, me agrada de que me tenga esa consideración así que por favor llámeme Demian -Me parece muy bien y usted puede llamarme Victoria, tantos formalismos me exasperan un poco -Señorita Staverley, Victoria – sonrió – ha sido un verdadero placer charlar con ustedes, pero tengo asuntos que tratar que requieren mi presencia, de modo que aun cuando me encantaría quedarme más tiempo con vosotras, debo retirarme -Por supuesto, Demian le entendemos, y ha sido un gusto conocerte -Hasta luego Sr. Lemacks –dijo Kate e hizo una inclinación con la cabeza y le lanzo una mirada llena de inocente coquetería que al Conde no le pasó inadvertida. Demian se acercó a ella sin dejar de mirarla atrapándola, le tomo nuevamente la mano y así viéndola fijamente a esos ojos azules que lo seducían y en los que le encantaría perderse, se llevó la mano de Caitlyn a la boca y la beso. -Hasta luego – dijo simplemente y se retiró. De haberse quedado más tiempo habría sido muy notoria su urgencia, “que diablos me pasa, es hermosa sí, pero he estado con muchas mujeres igual de hermosas”, pensó. No entendía cómo es que su cuerpo reaccionaba instantáneamente nada más verla. Por su parte Caitlyn y Victoria hablaban del Conde, de lo bien parecido que era, que, si era agradable y atento, simpático y de más… Mientras que Demian se sentía verdaderamente contrariado y muy confundido por toda esa oleada de nuevos sentimientos que lo embargaban… “esa muchachita me gusta, me gusta mucho”, pensaba.   Kate se disponían a subir al carruaje cuando una familiar voz la llamo a su espalda -Kaitie? Sintió como se le ponía la piel de gallina nada más escucharlo, no sabía si tendría el valor de girarse y verlo de frente, llevaba esperando ese momento por mucho, mucho tiempo, como sería volver a verle, ver sus ojos su expresión tranquila, pero de pronto recordó que él estaba interesado en Lizzy, se llenó de orgullo, alzo la barbilla y se giró… -Buenas tardes Sr. Wilmot -Vaya pero que formalidad, parece que ya no estoy frente a la chiquilla Kaitie, mis disculpas señorita – dijo riéndose un poco, le extraño la manera en que ella lo trato – buenas tardes Señorita Staverley, madame – dijo muy cortésmente Kate no se pudo resistir y se echó a reír, pero que estaba haciendo acaso echaría a perder la ventaja que tenía sobre su hermana, Robert la consideraba su amiga así que eso ya era algo, ahora ella le demostraría que en efecto ya o era más aquella chiquilla que había conocido tiempo atrás, que era una mujer -Hubiera visto tu cara Robert, parecías contrariado -La verdad es que sí, yo creí que aun con la distancia y el tiempo seguiríamos siendo amigos, que no te olvidarías de mí y menos si mi hermana y vos son tan cercanas. -Así es, no me he olvidado – y al decirle esto le lanzo una mirada seductora, que Robert malinterpreto como una broma más – pero no ha sido por tu hermana -Caitlyn – le dijo Victoria que se sorprendió de la audacia de la joven -Ha sido por los gratos recuerdos que guardo de Andy, Robert y Yo paseando por Londres tía, no te escandalices -Me da gusto ver que no has cambiado, que sigues siendo la misma muchachita que conocí, Andrew te ha echado muchos de menos -Bueno si cambie, ya no soy una chiquilla dentro de unos días será mi presentación y por fin podré asistir a todos esos bailes, ¿vendrás verdad? – pregunto de pronto -Claro que, si no me lo perdería por nada, sabes que te tengo mucho afecto, a toda tu familia y por supuesto que me he dado cuenta que ya no eres esa chiquilla traviesa A Kate el comentario de que sentía un gran afecto por toda su familia no le gusto para nada, sabía que se refería a Lizzy, y lo que Robert le pregunto a continuación termino por confirmar sus sospechas -Y como está tú hermana, la Señorita Elizabeth -Muy bien, igual que siempre – le extraño que la llamara por su nombre completo y no Lizzy como lo había hecho en la carta, tal vez porque estaba Victoria presente. -Me alegro – continuaron charlando por un rato más, Kate estaba encantada teniendo la atención de Robert solo para ella, le lanzaba discretas miradas entre coquetas e infantiles tampoco podía ser muy directa debía esperar, pero que tormentoso era tenerlo tan cerca y no poder acariciarle, fue Victoria quien la saco de si ensoñación diciéndole que tenían que regresar a casa y así pese a su renuencia de partir se despidieron de Robert.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD