Tal cual como lo habían planeado y estaba estipulado, Andrew salió de su casa no sin antes despedirse de sus dos amadas mujeres, ambas se despidieron de él con un poco de tristeza ya que era la primera vez en cuatro años que se separaban por temas de trabajo, a pesar de que se mantendrían en contacto no había nada como el estar cerca y presente. El corazón de Andrew se le puso chiquito cuando vio como su hija Victoria se despedía de él insistiéndole que volviera pronto, al igual que su esposa Eve.
Se dirigió al Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci, allí diligenció todo lo necesario para poder abordar al vuelo al cual curiosamente llegaba tarde. Rápidamente se encaminó hasta su silla en primera clase y pasados un par de minutos el vuelo se puso en marcha como estaba previsto.
Duran
