La misma noche Dallas Margaret Después de un día agotador lleno de miradas seductoras, sonrisas coquetas, varias excusas singulares, hasta por momentos palpar esa parte humana de Williams, pude resistir a todas sus palabras envueltas en seducción, aunque no voy a negar que mi corazón vibró con escuchar aquella mentira de ser esposos, tal vez fue una manera rara de decirme que le importo, o simplemente sigue jugando de una forma peligrosa, porque alerta todos mis sentidos de una manera que no puedo controlar, me cuesta muchísimo mantenerlo a raya sabiendo que me muero por estar en sus brazos, más aún cuando no encuentro como escaparme del incómodo silencio que existía al ingresar a la suite, aunque me volvió a dejar desconcertada con su disculpa por haber sido un idiota conmigo el día de