Veintiuno

753 Words

Una vez que Marcos llegó a la hacienda, encontró a Emma en la sala que le esperaba con una ancha sonrisa. Al verlo entrar se levantó y lo saludó muy atenta, esperando recibir por lo menos un ¡Gracias! por parte de este. No obstante, cuando Marcos la vio hizo una mueca de desagrado, la presencia de esa mujer le daba dolor de cabeza, iba a pedir que se marchara de su casa cuando esta aclaró su garganta. —Marcos… ¡Vamos hacer padres!—, se suponía que debía ponerlo feliz, no obstante, recibir esa noticia le cayó como balde de agua fría. Al segundo siguiente los ojos negros de Marcos parecían echar fuego y su rostro se tornó rojizo. —¿Qué estas diciendo?— Cuestionó al crujir los dientes —¡Repite lo que dijiste!—. Gritó rabioso el hombre. La sonrisa dibujada en el rostro de Emma, se esfumó c

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