—Entra aquí —pido señalando el KFC más próximo que está de camino a mi departamento.
—¿Aquí? —Inquiere al tiempo que estaciona y me ve con cara de ¿en serio? Le doy una sonrisa ladeada.
—A ver, niño bonito, ¿pensaste que iría por unos camarones, algo de caviar y de postre, una crème brûlée? —Espeto.
—No, pero...
—¿Puedes entrar o debo bajarme y pedirlo por el frente?
Me mira unos segundos antes de murmurar palabras que no entiendo y entra al estacionamiento del lugar antes de formarse detrás de auto a la espera de que tomen nuestra orden por la ventanilla. «Creo que no se esperaba mi elección de cena». Después de obtenerla, dejamos el lugar con destino a mi departamento. El olor al pollo me hace agua la boca y no puedo esperar llegar casa.
Al llegar a mi edificio este no estaciona fi
