Sentí que me movieron y luego como me cargaron como bebé. Cabeceé un poco abriendo mis ojos y vi a Luke cargándome. Me había quedado dormida en el camino. -Jacob- murmuré casi sin fuerza. -Tranquila, lo están curando- dijo entrando a la casa, pero no puse atención. -Bájame Luke- pedí y este se detuvo y me sentó en el sillón hincándose acomodando mi cabello que estaba en mi rostro mientras los demás chicos cerraban la puerta mirándome -¿Dónde está Jacob?- pregunté viendo a Luke frente a mi. -Ya lo están curando- dijo Luke y yo asentí. -Ten- dijo Austin a lado de Luke -Límpiale las manos- dijo dándole unas toallitas húmedas. Luke las tomó y cuando tomó mi mano para limpiarla yo lo detuve. Sentía náuseas, podía sentir el olor a la sangre. -¿Qué pasa?- preguntó mirándome con confusión.