Narración de Alessandra Calderone Sigo abandonada en este sombrío lugar, nadie baja a decirme nada ni siquiera Mao Te ha dado la cara. Creo no voy a salir de aquí. ¿Acaso este es mi final? ¿Nunca podré ver a Paolo? ¿Son mis últimos días de vida? ¡Dios ayúdame por favor! « ¡Bua!» « ¡Bua!» « ¡Bua!» No dejo de llorar. ¡Oh! Escucho que alguien viene, me limpio las lágrimas de la cara a que no me noten que estoy llorando. —Señorita Calderone es agradable verla luego de algunos días, jojo, jojo, jojo. —Es el miserable de Mao Te que se ríe burlonamente de mis desgracias. — ¡Al fin da la cara! No me diga que voy a seguir por otra semana encerrada en esta mazmorra. — Expreso un gesto lleno de indignación. —No es necesario Alessandra dese hoy y durante dos días más, va a estar en la mejor habi