POV Benedict —Ya está bien, entendí. No fue a propósito, te digo con seguridad que me confundí. —Por favor, esa es la excusa más ridícula que he escuchado. Te dije claramente que el estudio estaba en el primer piso, frente a los vestidores, no en los vestidores. ¿Qué pretendías? —No pretendía nada, hombre, solo me equivoqué. Errar es humano, y lo sabes mejor que nadie. Puedo entender el tono en su voz, y sé exactamente a lo que se refiere con esas palabras. —Escucha, no pretendo sacarte del apuro. Ahora que estás aquí, mantén tu vista lejos de las mujeres con las que no debes. —¿Por qué dices eso? —No te hagas el tonto, Francesco. Entonces, ¿para quién eran dirigidas las últimas palabras que soltaste en los vestidores? Él suelta una carcajada. —Oh, ya veo por dónde va el asunto. ¿