Mis sospechas finalmente fueron confirmadas. Sabía que esto no era algo natural, que algo oscuro se escondía detrás. Sin embargo, cuando comenzó la investigación, el caso fue archivado por falta de pruebas. Pero ahora todo se revelaba ante mí, una verdad ineludible. Y una pregunta quemaba en mi mente: ¿cómo demonios llegó esto aquí? ¿Quién lo había guardado en este lugar? ¿Con qué motivo? ¿Por qué? ¡¿Qué buscaba?! Descubrir la verdad fue como un puñetazo directo al pecho. Mi hermano, la persona más querida de mi vida, había sido asesinado, y su asesino seguía libre. En medio de mis pensamientos, solo un nombre retumbaba en mi mente, alguien que había tenido acceso a este lugar durante años. —Úrsula —susurré su nombre con un escalofrío recorriendo cada fibra de mi ser. Pero esto no tiene