Y el día finalmente llegó. Fueron tres semanas de trabajo ininterrumpido, noches largas y madrugadas que parecían no terminar nunca. Pero al fin, la pasarela temática de lirios estaba lista. Jamás en mi vida pensé que un proyecto tan ambicioso pudiera concretarse en solo 21 días. Sin embargo, Bercelli lo necesitaba, yo lo necesitaba. Era el momento de demostrarle al mundo que estábamos de regreso, renovados, más poderosos que nunca. Los lirios, con su elegancia y simbolismo de pureza y transformación, eran la elección perfecta. Habían estado presentes en mi mente desde el primer momento en que imaginé lo que quería transmitir. Cada detalle fue minuciosamente planificado: las luces, los colores, el diseño de la pasarela… Quería que los invitados sintieran que se adentraban en un jardín en