Primera Era después de la Guerra Ancestral, Tierras Ancestrales, límite norte La nieve caía de las nubes cenicientas, espesa e inexorable como el tiempo que no conoce pausa. El frío cortante, acompañado de la luz amatista del cielo, era el dueño indiscutible de las Tierras Ancestrales. La temporada de verano era desconocida en las tierras del lejano norte; el sol caliente nunca había vivido allí. Las ventiscas que asolaban aquellas tierras segaban vidas como un agricultor en la cosecha de trigo. Imposible viajar a pie, imposible vivir allí. Sólo un lugar remoto al pie del monte Kain estaba protegido, era conocido como Dyabakir, construido por los ogros, hermanos mayores de los orcos, bestias con sangre demoníaca, cazadores, guerreros y asesinos. Su piel morena, impenetrable y dura com