Dulce Error

La noche anterior.

PVO Dulce.

Hoy por fin después de 7 años regresaba a Nueva York, aunque había venido unos días por trabajo, hoy habia vuelto para quedarme. Me habían propuesto un buen sueldo en la empresa, imposible negarme, además que mi madre estaba apunto de casarse con el Sr O'Reilly, padre de un imbécil, idiota, insano y atorrante tipo que prefiero no mencionar su nombre.

_¡Dulce! Santo cielos, amiga, ¿Eres tú? No, ¿Quien eres?

_Soy yo doña gruñona.¿Me vas a dejar pasar o tengo que irme a un hotel?.-Sigue mirándome con la boca abierta y no es para menos. Natalia Jiménez, alias “ Naty", era mi mejor amiga de la escuela y con la que tuve comunicación por todos estos años, y la que sabe mis secretos.

_¿Y donde dejaste esos kilos de más?¿Te operaste?¿ Porque estás más alta?¿Son los tacones verdad?¡¿Y tus pecas?! ¡¿Pero que maquillaje estás usando?!

_Te digo todo, pero, ¿Puedo pasar? Estas maletas pesan Naty.

_Ay claro, vamos pasa.¿Quien fue tu cirujano? Debes darme su número Dulce.

_Ay que no.-Entro a su apartamento y me dejo caer en el sofá.-Que no me operé, creo habértelo dicho un millón de veces.

_P-pero es que creí que estabas exagerando Dulce, no creí que bajaras tanto de peso, que crecieras y que tus ...

_¿Mis pecas? Aquí están.-Le señalo mi rostro.-Si no las notas, es porque tengo una buena base, en cuanto a mi peso, nada que una buena rutina de ejercicios y alimentación no pudiera hacer por años, y en cuanto a mi altura, pues, solo crecí un poquito, y unos tacos aguja de 10 cms, si que funcionan.

Me mira sin creerlo.

_Ajá, y yo engorde a base de plantas. Vamos Dulce, dime tu secreto.

_Naty, no me operé, crecí un poco y aún mantengo mis pecas.

_Bueno, bueno. Te creo.-Sigue mirándome como un bicho raro.-¿Y-y tus bebés?

_Se quedaron en Londres, no podía traerlos aún Naty, están en clases y deben terminar, además una amiga me va a hacer el favor de traérmelos para navidad.

_Mmm, y yo que quería conocer a los hijos de...

_¡No lo digas Naty! Ni se te ocurra mencionarlo y menos cuando mis hijos estén aquí.

_¡Ay! Ni que fuera un pecado, aunque cuando se casen, tu madre y el padre de...-Me mira, la mato si lo dice.-Digo, cuando se casen sus padres, él innombrable será tu hermanastro, y el padre de tus hijos.¿Cómo vas a hacer ahí? Tu madre ignora que es abuela, no vas a poder ocultar tu secreto para siempre Dulce.

_Pues diré que quería darle una sorpresa. ¡Felicidades mamá!¡Ya eres abuela!.¿Que te pareció?

_Ajá, ¿Y a Arthur?.-Se tapa la boca, tenía que decir su nombre.

_Pues al mugroso de él, obvio que no.

_¡Pero los va a ver Dulce!

_Lo sé, ya pensé en eso, diré que el padre de mis hijos se quedó en Londres por trabajo y asunto arreglado.

_Ajá, y él se lo va a creer tan fácilmente. Dulce, cariño, según la foto que me enviaste, ese niño, Armandito, es la viva imagen de él en versión miniatura. No va a caer en tu mentira amiga.

_Pues va a tener que quedarse con la duda, a menos que volteé todo Londres para encontrar a alguien que no existe. Además ni creo que haga eso.-¿Me pregunto cómo se verá? Quiero preguntarle pero si lo hago, pensará que aún sigo interesada en él, ja, ni me interesa.

_Ay Dulce, las mentiras tienen patas cortas y tarde o temprano se saben. Yo como tu mejor amiga, te recomendaría que le dijeras la verdad.

¡Al diablo con la verdad!

Miro mi reloj.-Es cierto, ya debo irme Naty, tengo reunión de presentación, mi jefa me pidió ir a un bar para que me presente como el nuevo jale de la empresa.

_Aja, una organizadora de eventos Europeos pero que nació aquí, en Nueva York.

_Naty, Naty, me haces sentir como si fuera una más y no es así, vengo a traer tendencias Europeas, a innovar, ahora me voy, ya después me cuentas más, bye.

Tomo mi cartera y voy al encuentro con mi jefa.

Soy Dulce Collins, una organizadora de eventos con varios años de experiencia en Londres y ahora regreso a Nueva York después de 7 años para presenciar el matrimonio de mi madre con el padre de mi exnovio, un chico que en ese entonces, era mi mejor amigo, el más amable, inteligente, caballeroso y atento chico que se había cruzado en mi vida, además de mi vecino, sí, vivíamos a solo unas casas, por eso nuestra amistad, pero jamás imaginé que un día, que yo, una chica gruesita, poco agraciada, enana y pecosa para rematar, se me declarara y me dijera para ser su novia.¡Fue el día más feliz de mi vida! ¡Yo! Su mejor amiga del colegio, ¿Ahora su novia? Aún no podía ni creerlo, ni sus amigos, ni las chicas del salón que se morían por él, pues solo creyeron que yo era para pasar el rato, pero no, me demostró todo lo contrario, incluso decidimos estudiar juntos en la misma universidad, ¿Que otra prueba de amor podría pedirle? Ninguna, cada día que pasaba me enamoraba más de él, pero todo cambió ese día, el día que descubrí que todo era una farsa.

_Srta Collins, bienvenida. La Sra Carmela la espera.-Agradezco y entro a uno de los bares más exclusivos de la ciudad, al que me había invitado mi jefa junto a mis nuevos compañeros con los que trabajaría apartir de ahora.

_¡Hola!¿Sra Carmela?

_¡Querida! Adelante. Chicos, ya llegó Dulce, la recomendada por la Sede de Londres, así que espero que todos puedan aprender de ella y ella de ustedes.

Una presentación corta pero amable. Poco a poco conocí a cada uno de mis compañeros, pero hubo una con la que me sorprendí al verla entre mi nuevo grupo de trabajo.

_¿Elena?¿Elena Duarte?

_¿Me conoces?

_¡Pero claro! Soy Dulce.

_Sí, la jefa acaba de presentarte.

_Sí, pero nosotras ya nos hemos visto antes, en la universidad, primer año de administración.-Apenas digo eso abre sus ojos sorprendida.

_¿Collins? ¡La gorda!.-Se levanta de su silla y recién se da cuenta que alzó la voz.-¡Ay lo siento!¿Eres tú?¡No!

_Sí, soy yo, y no estaba gorda, solo tenía unos kilitos de más.-Era obvio que no me reconocería por esa razón pero no pensé que gritara.

_¡No puedo creerlo! ¡Vas a ser mi jefa ahora!

_Tu compañera, no tu jefa, vine como apoyo a la sede de Nueva York, nada más.-Sigue mirándome con la boca abierta.-¿Que?

_Es que aún no puedo creer que seas tú. Yo te recuerdo diferente Dulce, aunque hoy estás mucho mejor. Tu esposo si que es un afortunado. Pensé que no superarías al imbécil de Arthur O'Reilly después de la crueldad que te hizo.

Y tenía que mencionarlo también, aunque no la culpo, lo que me hizo fue una crueldad y toda la universidad lo supo.

_Pues, no tengo esposo aún y sí, ya superé esa etapa.-Por supuesto que sí, pero su recuerdo siempre me perseguía y todo por mi pequeño que se parecía a él.

_¿Que?¿Sigues soltera? No, eso es un pecado Dulce. Espera, mira a tu alrededor, en este bar vienen todo tipo de hombres, y estoy segura que más de uno ya debió ponerte el ojo.

_¿Tú crees?.-Miro a mi alrededor y sí, creo que debí venir con algo menos escotado.-¿Y que hay de tí?¿Te casaste?

Suspira y creo que no.

_No, porque mi corazón le pertenece a un solo hombre que ignora mi existencia.

_¿Y quién es? Vamos dime, ¿Alguien de aquí?.-Niega.-¿De la universidad?

_No, el hombre que me gusta se llama Tyler y está en otro nivel.

_Ah Tyler.-No se quién será.-Tiene el mismo nombre que el dueño de nuestra firma, que casualidad.

_No, es él de quién hablo.-Eso hace que escupa mi bebida.

_¡Que!¡¿Con el dueño?!.-Ahora soy yo quien grita y se levanta de su silla.

_Dulce Collins, sigues siendo igual que en la universidad.

Vuelvo a sentarme, me acerco mas ella y le susurro en voz baja.

_¡¿Estás enamorada de un multimillonario?!

_Sí, que tiene, déjame soñar ¿no? Tengo derecho.

_Bueno sí, es soltero y muy guapo.

_¿Te gusta?

_No, no es mi tipo.-Digo para tranquilizarla.

_Sabes, tú te has vuelto más bonita Dulce, pareces una modelo sacada de una revista, ni te reconocí. ¿En verdad no tienes novio?

_Que no, mira, ¿Que tal si conseguimos novio hoy?

_¿Ah?¿Hablas en serio?

_Sí, aquí hay muchos prospectos. Además, esta es mi primera noche en Nueva York después de muchos años.¿Porque no un poco de diversión?

_Tienes razón. ¿Y quienes son mejores en la cama?¿Los hombres de Nueva York o los Europeos?

_Eh pues, obvio que los Americanos.-Miento descaradamente, pues después de Arthur nunca me he acostado con otro.

_¡Pues que esperamos! La noches es larga, virgen y hermosa.

_Tienes razón, la noche es perfecta.

Lo que me recuerda a esa noche en que descubrí su mentira y me fuí a Londres. Además que mañana volveré a verlo a la cara.¿Un poco de diversión porque no? ademas creo que ya lo necesito.

_Bien, acepto tu reto, pero esperemos a que todos se vayan, no quiero ser la comidilla del día en las r************* .

_Te entiendo.

Y así, mientras esperamos a que todos se fueran, me habló de su amor platónico por nuestro jefe, un hombre muy guapo que solo crucé un par de veces en Londres, y eso debido a los otros negocios que tenía, aunque ahora lo voy a ver más seguido ya que él tiene su residencia en esta ciudad.

_Ya se fueron Dulce, ¿Y-y ahora dónde cazamos? Mira al de allá.-Me señala entusiasta a un hombre de espalda ancha que está acompañado por otro hombre.

_Mmm, puede ser.

_A qué no puedes.-Me parece o está borracha.-Mira, su amigo ya se levantó. Yo voy por él y tú por el otro.-Me reta levantando su copa y sí, esta borracha, y creo que yo estoy igual porque todo me daba vueltas.

_Adios jefita, nos vemos después.

¿Después? Menos mal había pedido el día mañana libre para ver a mi madre y a su nueva pareja, ah, y al tarado también.

_¿Hola?¿Puedo acompañarte?

Pregunto sentándome a su lado porque mis piernas tambaleaban y creo que él lo notó.

_¡Oye cuidado!.-Me sostiene en sus brazos y de cerca se ve lindo, tanto que se parece a Arthur, aunque el imbécil era más flaco y bajo, mucho menos tenía los músculos que tiene este hombre.-Creo que debería descansar.

_¿Así?¿Y dónde debería descansar?.-Lo acerco a mí con mis brazos enrollados en su cuello.

_Mujer, estás caliente.

_¿Tú crees?.-Lo beso y él cede. Siento sus brazos cargarme y después solo recuerdo su cuerpo encima del mío, empujando, irrumpiendo mi interior y yo pidiendo más. ¡No puede ser!

Despierto y no fue un sueño, a mi lado hay un hombre, está de espaldas y menos mal dormido.

¿En verdad pasé la noche con un desconocido? No, no, ¿Pero qué estoy haciendo?

Miro mi reloj y ya se me hace tarde. Debo ir al apartamento de Naty a bañarme, cambiarme y a olvidar lo estupidez que acabo de hacer.

Tomo mis cosas con cuidado, no quiero despertarlo, mucho menos vea quien soy. Lo que pasó aquí, se queda aquí.

Termino y salgo al apartamento de Naty, por supuesto, omití la tontería que acabo de hacer y le mentí que me quedé en la casa de mi nueva jefa a dormir.

_¡Ahora sí! estás divina Dulce. Y recuerda, cuando lo veas, ignóralo, has como si lo hubieses visto ayer y no pasó nada, que se te note que estos 7 años has sido feliz sin él. Que se muera de rabia al saber lo que perdió por jugar con alguien como tú.

_Pues eso no me importa.-Aunque eso que muera de la rabia está bien. Miro mi brazo y aún no puedo olvidar lo que pasó anoche, pero es que después de 7 años sin sentir el calor de un hombre me ha hecho recordar cosas que mi cuerpo solo había experimentado con Arthur.

_¿Dulce pasa algo?

_¿Que? No, nada.

_Te entiendo amiga, debe ser difícil verle la cara a ese imbécil, pero descuida, solo será por hoy, después, yo misma te busco un verdadero hombre, un macho que haga olvidar a ese esperpento de hombre. Ahora ve, ya se te hizo tarde.

_Ya, ya.

Me acomodo el vestido y salgo con dirección a la nueva mansión que el padre de Arthur había comprado para que mi madre y él convivan, menos mal yo no pienso vivir aquí.

_Buenos días.

_¡Hija!

Quien me recibe primero es mi madre. Ella si sabe cómo soy debido a que le enviaba fotos de mí.

_Estas cambiada hijita.Te ves hermosa, más que en las fotos.

_Gracias mamá, y ¿Dónde están?

_En el segundo piso, ¿Vamos?.-Asiento y la acompaño de lo más feliz pero debo admitir que estaba nerviosa, demasiado.

_Querido, Arthur...

Cómo siempre, el Sr O'Reilly se veía tan simpático, amable, como siempre lo fue, a diferencia de su hijo que me daba la espalda, esa espalda que estoy segura haberla visto en algún lugar. Voltea y puedo ver por fin su rostro.¡No puede ser!

_¡¿Tú?!

_¡Tú!

No, no, no.¡Ayer!¡El bar!¡La cama!¡Dios!¡Tierra trágame y lánzame de vuelta a Londres!