PVO Arthur.
¡Maldita sea! No puede ser ella, ¡Imposible!
_Arthur saluda, Amanda y Dulce te están esperando.
Vamos habla Arthur, has como si nada hubiese pasado, que no te sorprenda.
_¿Dulce? Vaya, cuánto tiempo. Si que no te reconocí.-¡Y como podría si está diferente!
_Lo mismo digo, ya no eres el mismo escuincle de hace 7 años.
¡¿Cómo me llamó?! Estiro mi mano para saludarla pero solo para que vea que yo sí soy educado.
_Pues digamos que estamos a la par, tampoco eres la gorda pecosa y enana que yo recuerdo.-Siento su apretón en mi mano ¡Dios esta insana mujer!
_¿Así? Cómo puedes ver, algunas cosas cambian, pero otras ni con una operación de cerebro podrían.-¡Pero que atrevida!
Bien, se cree valiente diciendo esas cosas y más si es delante de nuestros padres que nos miraban sin saber que hacer.
_Chicos, ¿Porque mejor no recorremos la casa y revisan sus habitaciones?
Ambos miramos a nuestros padres.
_¿De que estás hablando mamá?
_Por supuesto que de tu habitación querida. Arthur también se va a quedar, así que espero que tú también.
_P-pues mamá yo...
_A menos que no pueda Amanda, quizás porque ya tenga su propia casa o su propio apartamento, aunque lo dudo.-Un apartamento aquí cuesta miles de dólares, algo que ella no podría costear.
_Pues para que lo veas, si deseo puedo comprar una casa yo sola, pero verás, acabo de llegar y aún no he salido a buscar una apropiada.
_Ay hija, mientras encuentras la apropiada, quédate aquí, así podremos pasar más tiempo en familia y ...ya sabes.
Logro escuchar eso.
_Mamá no puedo, sabes que no.
_No, no lo sé, ¿porque?
Solo suspira y sigue observándome.
_Arthur, te pedí que fueras amable no un grosero.
_Yo no comencé padre, fue ella, tú la escuchaste.
_Ella es una mujer, una dama y tu hermana apartir de ahora, así que espero que ese comportamiento egoísta y de burla lo dejes fuera de esta casa Arthur, no quiero quejas de Amanda.
_¿Hermana eh? Claro.-Algo que aún me cuesta asimilar y más al verla. Es diferente de hace 7 años, está muy cambiada, no, quizás sea otra mujer y se esté haciendo pasar por ella.
_¿Que?¿Que me miras tanto?
_Las pecas que desapareciste con alguna operación.-Intento burlarme y mi padre me mira, ya entendí.
_Mamá, pueden ir avanzando, yo y Arthur debemos hablar antes.
_Hija, ahora no, lo pueden hacer después de...
_Mamá no pasará nada, recuerda que yo y Arthur somos amigos y muy pronto hermanos, así que debemos tratar de llevarnos bien, pero antes debemos hablar.¿Nos permiten?.-Pregunta dirigiéndose a mi padre pero sin dejar de apartar su mirada de la mía.
_Adelante, tu madre y yo recorreremos el jardín mientras. Vamos querida.
Ambos salen y porfin nos dejan solos. Yo también tengo un par de cosas que decirle a esta impostora.
_A ver Srta...-Antes que termine de hablar, se acerca y me estampa una cachetada que no esperé, por supuesto que no.
_Veo que sigues siendo el peor patán que he conocido en mi vida Arthur O'Reilly, ni siquiera estos 7 años han hecho que cambies ni siquiera un poquito.
Toco mi mejilla, esto sí me dolió, ni mi padre en toda su vida me había levantado la mano.
_Mira Dulce..
_Dulce nada, apartir de ahora para tí soy Srta Dulce, ¿quedó claro?
_¿Srta Dulce?.-Me río.-Debería llamarte Srta Amargada.-Me pongo serio y avanzo hacia ella, debo verla más de cerca y estar seguro que ella es la mujer de ayer, porque no lo creo aún.
_¿C-como me llamaste?
_¿Acaso está sorda Srta Amargada?
_N-no te acerques porque no respondo Arthur, te lo estoy advirtiendo, no respondo y después no te quejes por otro..
_¿Otro que?.-Mientras más me acerco, puedo distinguir ese rostro, esos ojos marrones cafés, esos labios, ¡sí es ella!, ¡Es la mujer de anoche!. Si terminé en una cama entre sábanas es porque tenía ese tatuaje y ni decir que estaba borracho por su culpa, ¡Por su maldita culpa!
La acorralo contra la pared y al tenerla a solo unos centímetros no puedo evitar ver esos labios carnosos que alguna devoré y anoche quería seguir besando.¡Diablos!
_Quítate Arthur O'Reilly o juro que ...
_Anoche...
Abre sus ojos sorprendida de solo escuchar esa palabra.
_No sé de que hablas, ahora quítate.
_Sí lo sabes, anoche nos vimos.-Intenta sonreír desviando la mirada.
_Hasta alcohólico te has vuelto que me están confundiendo con alguna de tus amiguitas Arthur, no puedo creerlo.
Así que lo niega.Miro hacia el tatuaje que está cerca a su cuello y aún lo mantiene, fue una las primeras locuras que hicimos cuando nos hicimos novios hace 7 años.
_Tengo muchas amiguitas, amigas que si lo son, no como otras que niegan lo innegable.-Deslizo mi mirada y cerca a su cuello hay varias marcas que le dejé en la noche de ayer.
_¿Que?.-Intenta taparse con su mano.-Deja de mirarme de esa manera tan descarada Arthur o juro..
_No me amenace Srta Amargada porque usted va a terminar perdiendo.
_¿Que dijiste?.-Intenta golpearme de nuevo pero esta vez la detengo.
_Una vez puede ser, dos no Dulce.-Miro esos labios, debo detener estas ganas de besarla y enfocarme lo que he querido saber por todos estos largos 7 años, porque lo de anoche ya ví que no lo va a aceptar.
_Arthur suéltame, te lo advierto.
_Lo haré una vez que me digas que pasó hace 7 años, porque te fuiste, porque te largaste a Londres sin despedirte, sin terminar nuestra relación, ni siquiera un adiós Dulce.
Ahora estoy molesto, furioso de recordar esos días en los que traté de buscarla, de contactarla y nada, porque en ese momento era un mocoso que no tenía poder ni influencia.
_Y encima lo preguntas, no puedes ser más cara dura, el peor hombre de todos.
_No entiendo nada de lo que estás diciendo Dulce, se más clara, creo que merezco una explicación después de todos estos años, ¿No?
Su mirada denota odio, fastidio, nunca había visto esos hermosos ojos marrones mirarme así. Se safa de mi agarre y sin bajar la mirada sonríe pero es de burla.
_Pues te haré recordar Arthur porque veo que tu cerebro de pollo sigue igual.
_No estoy para bromas Dulce.
_Ni yo Arthur.-Nos retamos con la mirada.-Hace 7 años, cuando era la gordita, la enana, la pecosa de la clase, de la universidad, del colegio, la que se puso brackets porque dijiste que me vería bonita, tú , ¡Si tú! hiciste algo que jamás imaginé que harías.
Retrocedo, no creo que sea lo que estoy pensando.
_Se más clara en tus palabras Dulce.
Sonríe con sarcasmo, ahora es ella quién levanta su dedo y me apunta.
_Hiciste la peor canallada que haría un hombre con una chica inocente que siempre te consideró su mejor amigo Arthur, porfin creyó que un hombre podría mirarla con amor, con ese bonito sentimiento, ¡Y tú lo sabías!
Sigo retrocediendo y sí, es eso.
_¡Tú te burlaste de mí Arthur!.-Grita y puedo ver sus lágrimas cayendo.-¿Fue bonito jugar conmigo?¿Fue agradable apostarme con tus amigotes? Dime, ¿Lo fue?
No grita, parece calmada ahora pero aún así puedo sentir su dolor. Jamás imaginé que lo supiera.
_No, claro que lo fue, ganaste miles de dólares en ese momento que supongo te sirvieron de mucho.
_Dulce...
_No, no es necesario que digas nada Arthur, ya lo superé pero si debo admitir que me dolió y me costó superar esa etapa, y descuida, mi madre no lo sabe y espero que no lo sepa por el bien de la familia que ahora ellos piensan que seremos. Yo, te perdono, no te preocupes, pero eso sí, solo seremos hermanos aquí y afuera, lo pasado jamás lo menciones, porque no te va a gustar saborear uno de mis golpes.¿Te quedó claro?
No respondo, solo nos miramos y puedo ver qué hablaba en serio. Coge su cartera y pasa por mi lado dejándome solo y con mis pensamientos.
Golpeo la pared. ¡Soy un idiota, un estúpido! sospechaba que esa podría ser la razón de su repentino alejamiento pero no había indicio que ella lo supiera, ¡¿Cómo demonios lo supo?!¡Cómo!
Salgo de la mansión sin despedirme y subo a mi camioneta con el espíritu roto. Manejo hacia la playa, a la casa que tenía mi madre frente al mar, ese lugar que a ella le gustaba, que disfrutábamos, el lugar que la hice mía por primera vez y también, dónde aposté con mis amigos que la pecosa del salón caería en mis encantos por unos cientos de dólares. ¡Fuí un imbécil!
_Hola madre, hace años no venía a visitarte.-Digo apenas llego a la casa que ahora estaba vacía y del que solo las risas quedaban en el vacío. Risas que jamás se volverán a escuchar.
Flashback.
Fue hace 7 años que esta pesadilla empezó como un juego, una simple apuesta que no pensé que se supiera, pero ya veo que siempre lo supo, siempre.
Dulce y yo éramos amigos de infancia, nos conocíamos desde que tengo memoria. No era una niña bonita, sino algo regordeta, con pecas, cabello con colitas a los lados y dientes algo chuecos, pero era divertida y alegre, eso fue lo que me llamó la atención de ella, y más cuando mi madre murió y ella estaba ahí, para mí.
Después en la escuela, la secundaria, incluso en la universidad, siempre estuvo a mi lado y yo sin darme cuenta le estaba abriendo mi corazón a mi “amiga".
_Oye Arthur, teniendo la pasta de galán de telenovela que tienes, no puedo creer que esa chiquilla sea tu chica.-Me increpa mi nuevo amigo de universidad, Javier.
_No es mi chica, es mi amiga, así que deja de hablar así de ella.
_¡¿Entonces no tienes novia?! No mientas.
_No, estoy enfocado en mis estudios Javier y tú también deberías.
_Por supuesto que sí Arthur, pero somos jóvenes y la vida es una sola.¡Santo cielos!¿Y ya pensaste que hacer con la cuota que nos pidieron para obtener los libros electrónicos?
_Pues no, aunque pienso trabajar por horas, es una opción.
_¿Trabajar?¿A nuestra edad?
_Sí, y tu deberías dejar de ser flojo.
_Pero Arthur, hay otras maneras de obtener dinero.
_¿Así?¿Como cuáles?
_Bueno pues...
_Habla ya Javier.-Parece raro.-Habla.
_Apostando. -¿Que dijo?.-Los chicos de segundo están apostando a la enana gorda.
_¿Apostando?¡¿A Dulce?! No entiendo.-Por su manera de decirlo y sus gestos deduje que no era algo bueno.-Javier habla, de todas maneras me voy a enterar.
_Bien, te lo voy a decir pero no te vayas a molestar conmigo, no fue mi idea, sino de ellos.
_Javier no tengo tiempo que perder.
_Ya, ya, dijeron que quien se acueste con la enana, tu amiga Dulce, tendrá una buena recompensa, unos dos mil dólares.
_¡¿Pero que rayos?!
_¡Ay vamos Arthur! no te enojes.
Dejo mis cosas y ahora sí me enoje. ¡Cómo se les ocurre jugar de esa manera con una chica tan inocente como ella!
_¡Espera Arthur!¿Que vas a hacer?
_Pues que crees, es obvio que a encararlos.¡Son unos estúpidos!
_Cálmate, esos chicos tienen dinero, y si los enfrentas te vas a meter solo en problemas Arthur, más bien, habla con Dulce y adviértele, nada más.
_Claro, y que ellos sigan apostando con su virginidad.¡Imbéciles!
Regreso a mi pupitre y guardo mis cosas, mientras Javier seguía sin decir nada, hasta que dice algo que no esperé.
_¿Y que tal si tú eres el primero en ganar la apuesta?
_¿Que estas diciendo?
Se acerca y habla en voz baja.
_Vamos Arthur, solo piénsalo, aunque se lo adviertas, muchos van a ir tras ella pero solo por la apuesta, quizás hasta la fuercen o droguen con tal de obtener ese dinero por ese tonto reto.
_¿Y por eso quieres que yo me acueste con Dulce? ¡Estas loco!
_Vamos Arthur, no vas a decir que no sientes nada por Dulce, a ti te brillan los ojos por la enana, ¿o lo vas a negar?
Esa fue la primera vez que me puse a pensar en mis sentimientos hacia Dulce.
_Solo piénsalo, matas tres pájaros de un solo tiro, la salvas de esos depravados, la disfrutas y a la vez tenemos el dinero que necesitamos, ay vamos Arthur.
_Espera, yo no estoy enamorado de Dulce, ella solo es mi amiga.
_Ajá, te creo, ¿Y bien?
Estaba entre la espalda y la pared, quería protegerla, el dinero también lo necesitaba porque la empresa de mi padre justo estaba pasando por una crisis y no quería incomodarlo.
_¿Y?
_Déjame pensarlo Javier, no estoy seguro.
_Bien, así de paso descubres que sientes por tu..“amiguita"
Esa vez debí rechazarlo, no decir que lo pensaría. Sabía que si hacia eso, debía pedirle a Dulce que fuera mi enamorada, quería ser formal pero si descubría lo que haría, perdería su amistad y quizás mas que eso.
Al día siguiente y ya con la decisión a medias, fui con Javier al salón de esos tipos.
_Oye tú ¿Eres el que está proponiendo ese desafío absurdo de la castidad de una chica de primer año?
_Asi es, ah espera, tu eres el amiguito que siempre está al lado de la gordita.
_Deja de llamarla así, tiene un nombre y se llama Dulce, y es solo mi amiga.
_¿Amiga eh? Entonces debes saber si ella es vírgen.-Me sorprendió su pregunta, pensé que lo sabía si estaba apostando su virginidad.
_Lo es.
Todos se ríen.-Perfecto, esto aumenta la cuota a tres mil, ¿Alguien que quiera acostarse con la gordita de primero?
Este tipo apostaba algo tan preciado para una chica solo por diversión y los demas supongo eran iguales.
_Lo haré yo.-Digo antes que alguien diga que lo hará.
_¿Tú?¿No eres su novio?
_No, soy su amigo y puedes comprobarlo, pero puedo jugar en tu juego por el dinero que estás apostando. Me haré su novio y me acostaré con ella.
_Mmm, interesante. Bien, será en la fiesta de fin de semestre, tienes hasta entonces que demostrar que le quitaste la virginidad a esa chica.
_Bien, pero nadie debe intervenir, menos tocarla.
_Descuida, nadie se atreverá.
Y así, ese día, fuí yo quien arruinó nuestra amistad, para siempre.
En ese tiempo, la empresa