Capítulo cuatro.
Después de desayunar Thomas se ofreció para enseñarme algunos lugares, no hará nada más así que accedí y fuimos los tres a pasear por las calles de Londres, una que otras personas decían que éramos una muy bonita familia, de seguro pensaban que era la madre, pero no.
La pasamos súper divertido todo el día hasta que cayó la noche y debía volver a el hotel para alistarme antes de la reunión, así lo hice.
Esos 3 días en Londres fueron emocionantes, volvimos a Panamá en la tarde.
—veo que disfrutaste el viaje —dijo Fernando con una gran sonrisa.
—sii, mucho —respondí contenta.
—no tengo dudas, el contrato fue un éxito y Thomas se ofreció a dirigir la empresa desde Londres, quedó encantado contigo —se veía muy orgulloso por su nuevo socio.
—sii todo salió muy bien y también conocí lugares nuevos en este viaje.
Te íbamos a buscar al aeropuerto, pero mejor ve a hablar con Adrián y arreglen sus problemas.
Si, pero quiero ver a mi madre primero :(
¡Ella está bien, tu relación no! ahora visita a Adrián y dale la revolcada de su vida, esas de reconciliación 😂
¡Amalia!
Yo solo digo 🤷🏻♀️
Okey, iré después de ver a Adrián
Llegamos al aeropuerto me despedí del jefe, dejamos los archivos en la empresa y pedí un taxi a el departamento de Adrián, pero antes me baje en un almacén para comprar una corbata y dársela de obsequio, llegue y como el de la recepción ya me conocen me dio las llaves y dijo que tal vez seguía durmiendo, le dije que quería hacerle una sorpresa así que fue más facial que me diera las llaves, subí y abrí, dejé mis cosas en la sala y saque la cajita con la corbata y me fui al cuarto a buscarlo. Llegando escuche a una chica gemir y abrí la puerta.
—oye amor qué… —estaba en la cama con Laura, su supuesta compañera del colegio.
Ahora entiendo porque estaba nervioso ese día cuando la vimos en el restaurante, sus cambios, su forma de tratarme, sus malos humor y sus estúpidos pretextos para pelear.
—cariño no es lo que crees —dice descaradamente levantándose y colocándose el bóxer.
—¡es peor! —lágrimas corrían por mi rostro —me mentiste… hijo de puta —agarre la lámpara de la mesita de noche y se la tire.
Puedo ser pasiva hasta que me provocan, pudo haberme puesto los cuernos, pero no me voy sin haberlos puesto en su lugar, me tengo que descargar con alguien.
Me saque los tacones y me le fui encima a la sorrz que estaba en la cama de mi novio, corrijo ex novio, puedo ser mujer, pero no me gustan las cachetadas. Le pegue un puño en la cara, olvide que tenía el anillo de compromiso que me dio Adrián, tiene unos diamantes y Laura me acaba de enseñar lo importante que son los anillos con diamantes. Se tapo la cara con las manos y su nariz estaba sangrando, le arranque las sábanas y la agarre por el pelo golpeando la con el respaldar de la cama.
Adrián intentó detenerme, lo empuje y salió pidiendo ayuda, en seguida tenía a dos hombres agarrándome y a la tipa buscando ropa mientras Adrián le veía los golpes que le dejé. Adrián se me acerco y me pidió perdón y mi respuesta fue lanzarle el anillo en la cara y tirarle el agua del florero que tenía en el mueble de su cuarto.
—estas loca ¿sabías? Te dije dale la revolcada, pero no así —dijo Amalia llevándome a casa.
—no me iba a quedar de brazos cruzados —miró el rasguño de mi cuello a través del espejo del carro, la estúpida se intentó defender, pero a ella le fue peor por zorra.
—te vez de m****a, esta noche beberemos hasta que olvides el nombre del idiota que te engaño —sonrió y movió sus cejas.
—me vio la cara de idiota, quien sabe cuanto tiempo estuvo engañándome y yo sin darme cuenta, a embriagarme hasta perder la conciencia —dije poniendo música a todo volumen.
Nos estábamos alista do y tuve que llamar a Dennis para que se quedara en casa con mi madre mientras Amalia y yo lidia amos con mi despecho, llegamos y en seguida fui a la barra y pedí los tragos más fuertes que tenía.
—¡¡hasta el fondo!! —chocamos los vasos y me lo mande de un solo viaje.
Mi garganta quema, pareciera que me hubiera bebido un vaso de picante, sacudió mi cabeza y me largo a la pista meneando mis caderas. Amalia se me une y empezamos a bailar entre las dos, dando vueltas y acariciando e mientras bailo pude notar a un hombre de unos 37 mínimo, mirándome con d***o mientras bebía, aproveche y le dije a Amalia.
—¡ve a por él mi reina! —grita bofeteando mi c**o.
—¡¡woo!!
Llegó moviéndome al compás con la música, me paro enfrente y me empiezo a mover llevando mis manos por mis piernas, caderas, senos y cuello. Me doy media vuelta y siento como me toma de la cintura y empieza a bailar conmigo.
—soy Ricardo —susurra en mi oreja apretando mi cadera.
—Bianca —sonreí moviéndome más cerca.
Después de unas horas, tragos y bailar hasta dejar el alma en la pista, estamos en una esquina oscura del antro besándonos, me está sacando el pulmón, empezó a meter sus manos debajo de mi vestido y ya no me esta gustando este juego.
—para… —estoy tan ebria que no puedo apartarlo y cada movimiento que hago es inútil.
—mañana me lo agradecerás —metió su cabeza en mi cuello y empezó a chuparlo, apretó mi c**o con una de sus manos y con la otra subía mi vestido.
—¡PARA! —dije enojada, pero no sé detuvo.
—creo haber escuchado que la dama dijo que pararas... ¿o me equivoco? —dice un tipo separando lo de mi, rápidamente me colocó tras suyo casi instintivamente.
—¿y tú quien ere? —le lanza un golpe y este lo esquiva, golpea su estómago y lo empuja a la m******d.
—¿estas bien? ¿Te hizo algo? —me arregla el vestido y peina mi cabello.
Miró a él resto de las personas y el sujeto se esfumó.
—gracias —me agarró de sus brazos porque realmente no creo poder mantenerme en pie un segundo más.
—¿estas sola? —menee la cabeza —¿y con quien estás?
—esta conmigo —escucho la voz de Amalia y mi corazón se relaja de nuevo.
—adiós —digo mirándolo como boba enamorada mientras me alejo con Amalia.
—van a ser las 5:30, ya debemos volver —dice buscando su bolso para irnos, el sujeto que intentó abusarme ya había pagado.
Llegamos a casa y Amalia me llevó a mi habitación, me sacó los zapatos mientras yo me sacaba el vestido y quedaba en ropa interior, me subió a la cama y me tapo acariciando mi cabello.
—bebiste como un hombre recién cobrado —ambas reímos y corrí al baño a votar todo lo que bebí hasta las entrañas.
—creo que bebí tanto que hasta olvidé mi nombre —caí a la cama y me enrolle en las sábanas, Amalia también subió, mire el reloj y ya eran las 6 am.
Desperté a las 8 por una llamada y no me aguantaba el dolor de cabeza, conteste y rayos, olvide ese detalle.
(Claudia)
Pensé que sería el señor Fernando, pero gracias al cielo no lo es.
(Bianca)
Hay veces que una mentira piadosa saca de apuros.
(Claudia)
Me ha d*********o, como es que se dio cuenta, claro hablo como estúpida, ni las mentiras me salen bien, porque tiene que ser día de semana, agarró mi cabeza porque realmente duele.
(Bianca)
(Claudia)
(Bianca)
Me volví a acomodar y quedé dormida nuevamente, aprovecharé el día para dormir.