¿EMBARAZADO DE UN DESCONOCIDO? |Yoonmin|

-1- 10:34p.m

Al día siguiente, domingo por la mañana. Jimin despertó con tremenda jaqueca ametrallando los sesos de su cabeza, sus ojos aún le ardían y se encontraban todavía cerrados cuando él arrastró lentamente las manos por todo su rostro demacrado. Estaba molido, enteramente lo estaba; El cuerpo le pesaba y dolía, como si toda la noche se la hubiera estado arriba de un ring o como si... Imposible, descartó la idea del sexo inmediatamente. Park Jimin era de los que esperaban a la persona correcta e indicada, él simplemente no se acostaría con cualquiera. No, él no era para cualquiera.

Poniéndose de pie con dificultad, tratando de estabilizar su cuerpo y movimiento por aun el mareo y dolor sentido, se dirigió al cuarto de baño con el fin de tomar muy lenta y relajante ducha rehabilitadora -al menos él esperaba que lo sea-. Necesitaba borrar todo rastro de vómito y de olor del alcohol que cayó sobre él.  Una maldición en tonos muy desganados fue lo que soltó al ingresar a la ducha. Diablos, él no volvería a aceptar alguna otra noche así ni aunque las insistencias de parte de sus amigos durarán toda una vida. 

Para cuando dejó la ducha, la pesadez de su cuerpo disminuye solo un poco, aun la cabeza le recordaba lo mal que había hecho en beber todas esas latas de cerveza. Terminó por tomar algunas aspirinas y optó por pasar del desayuno, pues con el estómago revuelto estaba seguro que aquello sería la mejor opción.

—No vuelvo a tomar— susurró acostándose pesadamente en el sillón de su sala de estar. Se quedó por varios minutos en la misma posición hasta que fue ruidosamente interrumpido por el "ruido" de su celular. Frunciendo a ojos cerrado el ceño lo dejo sonar esperando que el que sea que estuviera llamando se dejara de molestar, o al menos esperaba que se aburriera de ello. No pasó, y él no quería mover ni un solo musculo de ese sillon; ¡Pero rayos!, el que estaba realizando las llamadas estaba siendo así como muy persistente. Mandandolo al diablo, Jimin se vio obligado a atender. Él literalmente estaba muerto en vida.

—¡Jimin!— Ugh.. ¿Taehyung tenía que ser así de ruidoso a esta hora del día, tenía que serlo justamente hoy?.

Una mueca cruzó por los labios de Jimin antes de decir:—No grites...— cerró los ojos con algo de fuerza —Mi cabeza aun duele...— Apenas y se escuchaba.

—Solo quería saber si estabas bien, ¿lo estás?— El tono de sus voz reflejaba sincera preocupación.

Jimin asintió en media sonrisa, media mueca —Sí... gracias por traerme a mi departamento—

—... Yo no te lleve, creo que te fuiste por tu cuenta en un taxi—

Se sorprendió un poco por ello, tal vez tuvo algo de ayuda al tomar el taxi, le resto importancia —Ah... Tae, quiero descansar ahora, te llamare después o hazlo tú— No espero la respuesta contraria, solo colgó. En serio quería pasarse el día durmiendo, y así fue. Apenas le pusó fin a la llamada se recostó nuevamente a lo largo del sillón y cayó en un muy profundo sueño necesitado.

...

Ya era la octava vez que Min Yoongi, el chico pálido amigo de Jimin, se encontraba golpeando la puerta de este, y estaba empezando a molestarse/preocuparse un poco al ver que no daban señales de vida del otro lado de la puerta. Uno: él no contaba con mucha paciencia y odia que lo hagan esperar y más si era por una simple acción. Dos: él era un buen mejor amigo que se preocupaba por el menor.

—Maldición... ¡Jimin, abre la maldita puerta!— No quería gritar ni golpear la puerta, pero aún no había señal de vida alguna. Sus golpes a la madera aumentaron, tanto su rapidez como el ruido. Y para su alivio y molestia, la puerta se abrió al fin, no tardó en gruñir su pregunta:—¿Qué tanto hacías que no abrías la maldita puerta?— 

El pequeño lentamente abrió los ojos —¿Yoongi?— nombró en tonos bajos y frotó sus cansados ojos. Si, era él confirmó al enfocar mejor, y no le dio el tiempo de hablar pues girándose e ignorando totalmente a la molesta persona solo para volver a estar cómodamente recostado sobre ese sillón en su sala. Dormir era lo que le importaba y necesitaba ahora.

Yoongi entró y cerró la puerta, estaba a punto de regañar a su amigo por haberlo hecho esperar por mucho tiempo afuera pero lo vio acomodarse perezosamente en el sillón intentando caer dormido de nuevo.

—Realmente estas cansado, ¿eh?— preguntó dirigiéndose a la cocina

—Si... ¿y tú por qué no lo estás? ¿no también estaban en la fiesta?—

—Lo estoy, pero quería saber como estabas tú. Taehyung estaba muy preocupado porque ayer te fuiste solo, así que me llamó para que te eche un vistazo—

Abrió un ojo y observo a Min, si, él lucía algo demacrado también —Ah, hey.. en la cocina no están las aspirinas, están en el escritorio de mi habitación— le informó al verlo rebuscar en los cajones.

—¿Cómo sab- fue interrumpido

Jimin puso una expresión de obviedad, pues —Te conozco...- él lo hacía. —Ahora, déjame dormir—

—Descansa, te despertaré para comer— Jimin rió soñoliento por lo último escuchado, sabía a la perfección que en realidad aquello se traducía como:--Te despertaré cuando el repartidor llegue con la pizza--. Su amigo Min Yoongi era un inútil en la cocina.

Jimin se rindió ante el sueño. Yoongi encontró las aspirinas y las tomó junto con un vaso de agua, ahora solo tenía que esperar a que le hicieran efecto y el dolor de cabeza sería menos agobiador. Llevo su vista a su celular para ver la hora, aún faltaba una hora para las ocho de la noche, así que optó por decidir que sería mejor llamar al delivery todavía dentro de media hora.

Yoongi ahora perdía su tiempo observando la televisión desde uno de los sillones individuales, pero mierda que era aburrido, ni una sola buena programación se podía encontrar. Dándose por vencido dejo el canal de noticias y llevó su atención lejos de esa pantalla, ahora distrayéndose con su celular y no precisamente hablando con alguien, sino, haciendo uso de la cámara. Fueron unas dos, tres, tal vez seis o dieciséis panoramas que Yoongi había fotografiado de un moribundo/dormido Jimin, pero vamos, como no hacerlo si el mocoso se veía condenadamente gracioso en esa posición, además de que a su parecer Jimin estaba siendo extremadamente tierno con los ojos cerrados mientras dejando escapar un poco de saliva del lado derecho de su boca entreabierta.

—Te tengo en mi poder— Muy infantil lo suyo, pero a la mierda con ello. Yoongi dedicó una sonrisa burlona de lado y antes de guardar su celular realizó el llamado al delivery de una pizzería que iba frecuentemente. 

No pasaron más de quince minutos y el repartidor ya se encontraba yéndose de la vista de Yoongi tras recibir el pago y un -"Te pago el reto luego"- para luego un portazo.

—Jimin.. despierta, la cena está preparada— Sonrió estúpidamente.

El de cabellos rubios cenizo tomó asiento en su lugar en el sillón —Ya llego la cena querrás decir— una mirada —Y supongo pagaste en su totalidad— otra mirada divertida.

—Eso, y.. eso no— Volvio a sonreir d ela misma manera

La cena se basó en devorar enteramente la pizza observando una película cualquiera que Min había podido encontrar luego de mucho tiempo haciendo zapping. Un que otro comentario en modo de opinión habían soltado, riendo en ocasiones por la ocurrencia contraria. En fin, cuando la cena llegó al final ya se trataban de las once y media de la noche.

—¿Te quedarás a dormir?—

—Eso quisiera, pero mañana hay clases—

—... Es cierto— mostró una mueca visiblemente disconforme —Entonces adiós—

—Pensé que lo intentarías un poco más—

—Hoy no, no tengo ganas ni siquiera de moverme y menos de hablar, solo quiero dormir en paz sin que nadie, excepto yo esté ocupando toda la cama—

—Bla bla bla dormir— Yoongi rió —Al diablo, no tengo ganas de irme, ya es tarde de todas formas y afuera está haciendo un frío de muerte— exageró, y —Mejor me quedo— Concluyó.

Jimin se encogió de hombros —Como quieras, pero dormirás en el sillón— lo miró seriamente y antes de que su hyung hablara, le dijo:—¡No! En el sillón dije— ¿Le hablaba a su mejor amigo o a su mascota inexistente?.

Yoongi rodó los ojos, odiaba dormir en aquel incómodo sillón, pero de todas formas asintió pues haría lo que en la mayoría de las veces hacía: Escabullirse por la noche a dicha habitación y terminar sobre dicha cama con dicho chico enano. Así de simple.

Yoongi esperó por casi media hora y encaminó hacia la habitación ocupada. Jimina no era de tener el sueño pesado, pero en su estado actual era mas que seguro que al menos por hoy lo sería. Nuevamente, él se encontraba muerto en vida, y Yoongi lo confirmó cuando se dejó caer sobre el colchón y se adentro en las sabanas y siquiera Jimin se removió o soltó molestia alguna. Min estaba profundamente agradecido de que la cama sea mediana, ambos sabían perfectamente... Pero lo malo era que el mayor tenía tendencia a moverse a su antojo.

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.

La mañana llegó y el despertador hizo su labor en despertar a solo uno de ellos. Jimin ya no sentía dolor de cabeza o de cuerpo entero, se podría decir que estaba recuperado de su resaca. Se encargó de despertar a Yoongi, el cual se encontraba a su lado y no le hizo sorpresa el encontrarlo ahí, en su cama, ya estaba muy acostumbrado a las mañas de su paliducho amigo.

Ya despiertos y sin resaca, ambos tomaron una ducha.

—¿Dónde está mi ropa?— preguntó el pelimenta sin poder dar con lo nombrado.

—Esta con la mía, solo busca—

Si, Min Yoongi tenía ropa de emergencia en el armario del menor por si ocurría el quedarse en el departamento de Jimin. Y bien, ocurría muy seguido, demasiado. Él solo debería de anular el contrato de su departamento.

Yoongi rebuscó con molesti y cantó victoria al dar con sus ropas —¡Al fin!—

En sonrisa el menor le apresuró —Vístete rápido, tenemos diez minutos de retraso—

Jimin fue el primero en dejar el departamento y edificio, esperando a Yoongi junto a un taxi. Min no tardó -solo un poco- en dejar el edificio. Ambos se dirigieron hasta la universidad.

.. Ya estando frente a la puerta de su clase, tomaron aire y valor para ingresar. Claro, no pasaron desapercibidos, el profesor que estaba a cargo de esas horas de clase no tardó nada en hacer escuchar su regaño, cosa que solía ocurrir casi todas las semanas. Yoongi y Jimin eran expertos en llegar varios minutos retrasados, y para su mala suerte la mayoría de la veces siempre lo hacían para con la clase de su odioso profesor, Kim Hyung Soo.

—Hoy tendrán trabajo extra— les hizo saber HyungSoo —Mm... tengo ganas de leer un excelente cuento de trece páginas- los miró agradablemente engañoso —Estoy siendo muy generoso con ustedes, así que deberían de estar sonriendo en estos momentos, a menos que quieran escribir un libro, yo no me opondría a- Fue cortado.

—¡No, no, no, no!— Se apresuraron ambos a decir.

—Entonces eso es todo, caminen a sus asientos y presten atención a mi clase—

Una vez sentados Jimin empezó a reclamarle a su amigo, soltando algo así como que nuevamente tuvo la culpa por su tardanza, Yoongi solo se encogió de hombros sin tener palabras con las cuales defenderse, ya que así había sido, él había tardado en vestirse y eso logró retrasarlos lo suficiente para nuevamente lograr el enojo de su profesor.

—¿Y ahora qué?— Jimin preguntó luego de que su reclamo hacia Min fue realizado escuchado.

—¿Qué de qué?—

—El cuento, ¿qué cuento inventaremos?—

Yoongi pareció pensarlo... —¿Qué tal Blancanieves y los siete enanitos?— Al parecer no lo pensó demasiado.

Jimin entrecerró sus ojos, mirando como si estuviera frente a un tonto —Yoongi... ese cuento ya fue escrito—

—¿Así es?, con razón me sonaba el título— ¡Tsk!

—No sé si te estás haciendo el idiota o simplemente lo eres— Jimin articulo y se cruzó de brazos con el entrecejo fruncido. Oh, por ello a Yoongi le gustaba molestar a su tierno amigo.

—Solo te molesto— Se sincero.

—"Solo te molesto"— Imitó Jimin burlón haciendo una cara de lo más graciosa, Yoongi dejó escapar una sonora carcajada y por supuesto llamó la atención de la persona menos indicada, el profesor le llamó la atención.

—Por favor, alumno Min, cuéntenos a todos que es tan gracioso—

Min silencio y sonrió un poco —No... nada—

—Preste atención a la clase, Min, lo que estoy explicando es importante para el examen— Avisó.

—¿¡Examen!?— Si, esos fueron Yoongi y Jimin.