—Vivían, te adoro, ¿lo sabías? — Thalia lanzo un beso al teléfono. Su amiga se rio — Lo sé, soy tu mejor amiga. —La mejor de todo el mundo — Thalia estaba emocionada. Después de colgar el teléfono, su estado de ánimo mejoro de inmediato. Con Vivían en la mansión ya no se sentiría sola. Ese hombre no se molestará, ¿verdad? Después de la llegada de Vivían, Thalia pensó en convencer a Máximo de que le permitiera seguir estudiando. No sabía si él se iba temprano en la mañana y regresaba muy tarde, la cuestión es que no lo pudo ver en absoluto. Él desaparecía durante días y días. De todos modos, ella estaba acostumbrada a su ritmo de vida, y los dos siempre se evitarían continuamente. Temprano en la mañana, Thalia recibió una llamada de Vivían. —¡Oye, es muy temprano! —Estoy en el aeropu