-El que se me antoje- dijo honesto como siempre, ella mordió su labio inferior antes de debatir, ¿Qué otra cosa podía hacer? La visita de su madre era lo que realmente la apresuraba y aunque costara un poco más de paciencia de lo que pensaba, seguiría adelante, ¿Sino, qué más haría? -Está bien, señor. Acepto- dijo con seguridad y Cíen se acercó sonriente a besar su boca sujetando su rostro. -Niña tonta..¿Acaso pensabas que tenías oportunidad de negarte? Recuerda… Ya firmaste- dijo antes de besarla y aunque fue renuente, Isabella se sintió traicionada por su propio cuerpo al empezar a responder el beso, Cíen se sentía extasiado, no besaba casi, no era de esos, pero ella lo había provocado y vaya que sabía responderle, maldita mosca muerta- Vamos- dijo poniéndose de pie y jalándola hacia é