3 - Sorpresa de cumpleaños

1670 Words
Después de una ducha rápida, me puse el vestido plateado que me llegaba hasta los pies y se ajustaba perfectamente a mi cuerpo. Era el color favorito de Nolan y algo en lo que dudé antes de decidirme a usarlo. Guardé algunos otros del perchero que Luna Natalie me envió para este evento, pero quería que me vieran así esta noche. Las tiras eran delgadas y la espalda estaba muy descubierta. Parecía casi demasiado, y luché con quién era y quién quería ser. Un suave golpe sonó en la puerta y mi corazón dio un vuelco. Alcancé la caja de regalo negra donde guardé los resultados del embarazo. —¿Puedo entrar? —Una voz aún más familiar que la de Nolan vino desde el otro lado, y abrí la puerta para mi madre. —Oh, Willa —dijo con asombro mientras me mira de arriba abajo—. Estás deslumbrante. —Entra —Le sonreí. —Pensé que podrías necesitar ayuda ya que Lola está fuera de la ciudad — Ofreció, haciendo un gesto para que me sentara frente a mi tocador. Lola ha sido mi amiga más cercana desde que nos conocimos en la escuela secundaria y hemos sido inseparables desde entonces. Su familia se iba de viaje todos los veranos, y aunque deseaba que estuviera aquí para esto, sabía lo mucho que significaban las vacaciones familiares para ella. De todos modos, volvería en unas semanas y le contaré todas mis noticias. Sonreí hacia mi estómago. Pero Nolan sería el primero en saberlo, incluso antes que mi madre, aunque quisiera gritarlo en cada segundo que pasaba. —Gracias —le agradecí. Me senté mientras mi madre trabajaba en mi cabello, tratando de mantenerme quieta, delinearme los ojos y aplicar un poco de sombra de ojos brillante que combinara con mi vestido. Nunca podría hacerlo tan bien como Lola, pero esta noche se trataba de Nolan, de todos modos. Dudaba que alguien estuviera mirando mi sombra de ojos. —Listo. Mi madre cepilló los rizos que hizo. Mi cabello tenía una ligera ondulación de forma natural, pero los suaves rizos le daban algo a mi apariencia. —Una última cosa —dijo mientras abre una caja de terciopelo que sostenía—. Sé que dijiste que esta noche era sobre Nolan, pero estás muy cerca de convertirte en la Luna. Solo... tu papá y yo estamos muy orgullosos de ti. Abrió la caja y sacó un peine de pelo de oro blanco adornado con diamantes y zafiros. —De la abuela —explicó. Extendí la mano para tocarlo, pero me detuve. —Sí —Asintió—. Y ahora es tuyo. Me miré en el espejo mientras ella sujetaba algunos de mis rizos detrás de mi oreja con la reliquia. —Absolutamente hermoso. Apoyó la cabeza en mi hombro antes de besarme en el costado de la cabeza. —Gracias —agradecí mientras me acurrucaba en su caricia. —Ahora, vamos a llegar tarde y no podemos permitir que la pareja del invitado de honor llegue después de que comience —dijo, sonando más como Luna Natalia que ella misma. Me levanté y agarré un chal delgado del armario. Cubría mis brazos desnudos y la parte de mi espalda que estaba expuesta, logrando que este vestido fuera más cómodo para mí. —Nos vemos allí —se despidió. Ella se fue hacia el comedor mientras yo me encontraba con Nolan y sus padres en la oficina de su padre.  _ _ _ _ _ —Te ves hermosa —dijo Nolan mientras envolvía mi mano alrededor de su brazo—. Aunque estás mostrando demasiada piel para una futura Luna — murmuró, pero no era realmente un cumplido. Parecía que me estaba reprendiendo por un vestido que ni siquiera compré para mí misma. —Pensé... —comencé a decir, pero ni siquiera sabía. Pensé que estaba interpretando el papel de la bella Luna. Pensé que él apreciaría cómo me arreglé para él, pero al parecer, elegí mal. —Hay una línea entre ser provocativa y tener clase —respondió. Rozó sus labios en mi oído y me estremecí con el contacto, ahogando el dolor y la confusión que sentía. Entramos al comedor seguidos por sus padres. Todos se levantaron y aplaudieron a su futuro Alfa. Sentí un gran orgullo al estar a su lado mientras caminábamos pasando las filas de mesas redondas hasta llegar a la larga mesa para los miembros de rango y los invitados de honor. Me dirigí a sentarme a su derecha. —Mueve un asiento hacia abajo —susurró. —¿Qué? —pregunté confundida. Siempre me sentaba en este lugar. —Viene el príncipe —explicó. Él sacó la silla y me puse de pie, moviéndome un asiento hacia abajo. Extendí la mano hacia la copa de champán pero retrocedí, recordándome que llevaba un bebé dentro de mí, nuestro bebé. Se hicieron discursos y aun así, el espacio entre nosotros estaba vacío, pero él no me pidió que volviera a sentarme junto a él. Estaba perdida en mis pensamientos cuando todos se levantaron. Ni siquiera me di cuenta hasta que Luna Natalie me miró con furia, susurrando mi nombre. Oh. Permanecí de pie un momento antes de que un hombre se sentara en el asiento entre nosotros. Me miró y asentí cortésmente, mirando más allá de él hacia donde estaba sentado Nolan. Camilla se acercaba a nuestra mesa y todas las miradas estaban puestas en ella. Incluyendo las suyas. El hombre a mi lado podría haber dicho algo, pero no lo escuché. Todo lo que podía ver era cómo ella se acercaba con un vestido n***o ajustado que se ensanchaba con cada paso. Era sin tirantes y sus labios estaban delineados en el rojo más intenso. Ella se dirigió al hombre a mi lado antes de sonreírme, mostrando sus deslumbrantementes blancos dientes. Le devolví una sonrisa burlona, sabiendo lo que había colocado sobre la mesa frente a mí, lo que estaba en esa pequeña caja de regalo negra que borraría esa sonrisa de su rostro. —La futura Luna es una vista hermosa —dijo el hombre a mi lado que asintió mientras Camilla pasaba. —Ella no es la futura Luna —dije mientras agarraba demasiado fuerte mi tenedor. —Oh, yo... —Yo lo soy —hablé. Lo miré fijamente. Sus ojos azul claro se abrieron por un momento antes de posarse en mí, estudiando mi rostro. —No quise faltar al respeto. Después de eso, no lo escuché. Mi atención se centró en donde Camilla se inclinaba sobre la mesa para susurrarle a mi pareja. Los ojos de Nolan se abrieron de par en par cuando se apartó, pero una sonrisa apareció en sus labios. ¿Qué diablos estaba haciendo? Sabía cómo me sentiría con esto. Iba a reclamarle cuando el desconocido habló a mi lado. —Siempre odié estas cosas. Parecen tan formales, tan forzadas —dijo él. —Entonces, ¿qué preferirías? —le pregunté, sin apartar la mirada de Nolan. —Algo pequeño, íntimo, con personas con las que realmente disfruto estar. Asentí. —Eso suena como una maldita buena idea, simplemente no adecuada para miembros de rango y su afición por presumir. Además, ¿qué harían las Lunas entonces? Probablemente se aburrirían hasta morir —reflexioné, y el hombre a mi lado rio. Su risa resonó y captó la atención de Nolan, así como la de su madre y su padre. Los observé a todos con una sonrisa en mi rostro. Finalmente, Camilla se alejó de la mesa solo para sentarse al lado de Nolan, en su otro costado. La gente se movió para que Nolan pudiera acercarle una silla. La ira me invadió. Era algo real en lo que podía aferrarme. ¿Cómo se atrevía ella? ¿En qué estaba pensando Nolan? Sé que estaba siendo educado, pero esto cruzaba una línea. _ _ _ _ _ Me acerqué a él en cuanto el hombre se fue, disculpándose con Nolan y sus padres. Después de que se fue, la mayoría de las personas en la habitación también lo hicieron, dejando solo a los miembros graduados y algunos rezagados, incluyendo a mis padres. Camilla sonrió a Nolan de una manera tan genuina que no deseaba más que borrarla de su rostro. Sabía que debería compartir esto con él por alegría, pero era una oportunidad demasiado perfecta para dejar pasar. Mi rencor y alegría compartían la misma compañía esta noche. —Tu regalo —le dije mientras se lo deslicé sonriendo—. Quería dártelo antes, pero...—Encogí los hombros, mordiendo mi labio inferior. Él me miró, la curiosidad evidente en su rostro mientras abría la caja y sacaba el papel. Mi estómago se llenó de mariposas mientras lo leía. No podía esperar a ver su reacción. Esto es algo que ambos queríamos, pero no había sucedido hasta ahora. Parecía el momento perfecto. La Diosa de la Luna nos bendijo con un bebé meses antes de que asumiéramos el liderazgo de la manada, asegurando la línea del Alfa. —¿Willa? —Me miró. El dolor parpadeó en sus ojos momentáneamente antes de apretar la mandíbula—. Desearía que pudiéramos haber hecho esto en privado. Mi estómago se contrajo. ¿Importaba? Nadie más lo sabía, ni siquiera lo anunció. —Yo, Nolan Hemming, futuro Alfa de la Manada Blue Ridge, te rechazo a ti, Willa, o Wilhelmina Balfour, como mi compañera y futura Luna. No entendí sus palabras, pero mi cuerpo sí. El dolor me atravesó mientras sentía que nuestro vínculo comenzaba a romperse. No podía respirar. El fuego me recorrió, reemplazando mi sangre. Juro que esto era el fin. Moriría por esto. Mi visión se volvió borrosa antes de oscurecerse por completo. Gritos de enojo, manos cálidas y familiares me levantaron. Mis ojos se abrieron parpadeando mientras me alejaban de la mesa. Lo último que vi antes de volver a caer en una oscuridad agonizante fue a Camilla reconfortando a mi compañero en su dolor.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD