7. Claus. 10 años despues

1461 Words
Sentado jugando con los cubiertos de la mesa, me toco justo de frente a las escaleras. Y me traen unos muy buenos recuerdos, ella bajando por ahí, con su vestido sencillo, vestido que quite esa misma noche. Para por la mañana solo encontrar una nota a mi lado qué decía comprare una pastilla de emergencia, para que no te preocupes, y gracias por la mejor noche de mi vida. Esa misma nota la tengo guardada en el cajón de mi escritorio en el departamento. Se que tengo un tatuaje que me recuerda todos los días lo que pasó, pero esa nota no se, solo es un buen recuerdo. —Claus, ¿Me estas escuchando? —No, lo siento Sam, tengo que irme, tengo que viajar esta noche. Nos vemos pasado mañana. Le doy un ligero beso en la frente antes de salir. Samara es una gran chica, pero solo fingimos estar juntos, para que nuestros padres no nos presionen a un matrimonio qué no queremos. De vez en cuando tenemos sexo, y eso es todo. Es alguien que esta a la mano, y esta de acuerdo con este tipo de relación. Tomo el avión con Nikos y son 3 horas de vuelo algo largas. —¿Qué te pasa, hermano? Hoy estas más raro d elo normal —Solo recordaba ciertas cosas del salón Dupoint —Ah...¿Cosas o a alguien?—Yo sonrío, porque Nikos sabe lo que paso esa noche, se alegró muchísimo cuando le conté, obvio no los detalles, aunque insistió, pero el tatuaje, perder la virginidad, los retos. Para el fue otro Claus el que lo hizo. Por desgracia el también recuerda que me obsesione con esta chica, trate de buscarla, pero a los 16 años, no pude hacer mucho. Y empecé a fijarme de manera s****l en las mujeres. Si trate de tener relaciones serias, pero nunca pude hacer más, Anne me lastimó demasiado. Después de esa noche increíble, Anne nos dio la noticia dos semanas después de que estaba embarazada, y le dijo a sus padres que era mio. Fueron 6 meses de tortura pues yo jamás reconocí a ese niño, fue Nikos quien me defendió y al final tuvimos que decirles que el hijo que esperaba era de mi padre. Así que se mantuvo oculto su embarazo, con la promesa de que mi padre se casaría con ella cuando cumpliera 18 años, llevan 7 años de casados, y tengo una media hermana de 10 años. La cual mi padre no reconoce como suya, sino como si la hubiera adoptado. Yo adoro a Celeste, mi hermana, pero es una recordatorio constante de que no debo de confiar en nadie. La relación con mi padre, fue empeorando con el tiempo, hasta que nos dejamos de hablar, hoy en día hablamos solo de trabajo. Todos creen que fue por lo de Anne qué me hice frío y cortante, y creo que en gran parte así fue, pero la vida me ha llevado a ser así, busco mi felicidad y mi propio placer. —¿Qué harías si la encontrarás ahora? —Me pregunta Nikos en el taxi que nos lleva a la empresa —No lo se, nada, o todo, creo que le agradecería por ese día. —¿Te gustaría encontrartela de nuevo? —Si, supongo, no se Nikos, solo a veces me pregunto que fue de su vida. Si no fuera por esto, pensaría que nunca pasó. Le digo señalando el lugar del tatuaje. —Demasiado bueno para ser verdad—Dice riendo —Demasiado bueno para ser verdad—Digo en un susurro seguido de un suspiro. Llegamos a la oficina de nueva york en las reuniones y todo sale como lo esperamos. Y por la noche Nikos me lleva a una fiesta donde mujeres sobran, así que me consigo a una qué está bien, la llevo al hotel y me lleno de ella, hasta que se queda dormida, y me largo de ahí. Si, se que es algo patán, pero tampoco es que ella quiera algo serio, considerando que se acuesta con alguien que conoció 4 horas antes en una fiesta. Por la mañana tomamos el vuelo de regreso. Estos viajes suelen ser desgastante. Mucho, los odio, mi piel es muy blanca y las ojeras se me marcan con mucha facilidad. Bajando del avión me pongo los lentes de sol y Nikos ríe. —Ve por el taxi, iré por las maletas. Cuando por fin logro hacer qué uno se detenga otra mano se apoya por la manija. Es una chica normal, ojos café, piernas largas, delgada, trae jeans, una blusa blanca y nada de maquillaje, su cabello n***o recogido en una trenza. Y confieso que algo en su semblante me hace sonreir y tambalear un poco, no me parece guapa, pero bonita si es. —Listilla, es mi taxi—Sonrío de medio lado —Listillo no lo es—Me responde con una sonrisa burlona —Vamos nena, es una emergencia tengo que llegar a mi junta. —No me llames nena, y yo también tengo que llegar —¿A tu junta? —Aunque no lo creas si—Dice entrecerrando los ojos. Y cruzando los brazos frente a ella. Un gesto qué me produce un escalofrío por alguna razón. Aprovecho la distracción para abrir la puerta y Nikos entra, antes me voltea a ver y me da una pequeña cachetada ligera en cariño —Bien hermanito, te debo una Entra Nikos al carro y ella se queda sorprendida. Sonrío de medio lado cuando ella me fulmina con la mirada. Cuando me giro para entrar al carro ella chifla como si estuviera hablándole a un perro la volteo a ver y burlándose me dice —Buen chico, mueve la colita Me pongo rojo del enojo, voy a salir a decirle algo pero Nikos me detiene porque de verdad llevamos prisa, me acaba de decir perro faldero, esta maldita niña. ¿QUIEN se cree? El taxi se aleja del aeropuerto. Llego a mi departamento, ante slo compartía con Nikos, pero terminamos odiando nos, es muy desorganizado, amo a mi hermano pero vivir con el es una tortura. Me cambio, pues traigo puesto el mismo traje de ayer, Hot solo tenemos una reunión con la familia Nikolou, con la que mi padre quiere hacer tratos desde hace 10 años, o mas. Son dueños de los grupo Nikolou y Pizarro, así que supongo será una reunión larga. El baño me callo de lujo, pero necesito dormir, ya será después de la junta. Hoy decido usar jeans, una camisa tipo polo, bueno de hecho si es una polo. Me pongo el reloj cubriendo el tatuaje, y mis lentes de sol colgados en la camisa. Mi cabello hace tiempo que no lo peinó solo lo cepillo a veces, lo tengo largo, más de lo normal. Me crece muy rápido y cortarlo de forma constante es un maldito dolor de cabeza. En esta ocasión tomo mi carro y voy a la empresa. Cuando llego Sara me sirve un café, ella lleva mi agenda así que sabe perfectamente que no he dormido en 24 horas. Y cuando eso sucede suele llenarme de café. Empiezo a revisar unos papeles que son sobre recorte de personal para la adquisición de nuevos aparatos qué optimizará la planta. —Claus ya te esperan en la sala de juntas. —Gracias. Ahí están Nikos, Petro, el señor Nikolou, la que reconozco como su esposa, y su hija Isabelle, una niña de 20 o 21 años, qué se la ha pasado persiguiendome desde hace varios años. Para mi sorpresa también está Anne, —Siento la demora—Comento y todos asienten restándole importancia y tomo mi lugar junto a Nikos, qué está del otro lado de la mesa de donde está Anne, he pasado 10 años evitandola. Noto que la reunión no empieza, es como si esperarán algo. —¿Todo está bien? —Le pregunto a Nikos en voz baja—¿Porque no empezamos? —Egan nos pidió tiempo. Yo me sorprendo de esto, cuando entra Sara y me mira de forma tierna, para después mirar a todos en la sala. —La señorita Nikolou, llego. —Hazla pasar—Dice Petro sorprendido. Igual que yo, porque la señorita Nikolou es Isabelle, eso lo sabemos todos. Giro a ver quien entra y mi sorpresa es a mayor. Una chica con jeans, blusa lisa color lila, cabello recogido a una coleta sobre su cabeza, lentes, y para mayor sorpresa trae unos converse de botín. Sus ojos se posan en Nikos y en mi y de inmediato nos reconoce, porque esta niña, es la mocosa qué me llamo perro. —Buenos dias—Dice fijando la mirada en cada uno de nosotros.
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