Elián. Un cotillon

1472 Words
La alarma suena anunciando un día más, uno que será muy largo, pues tengo cita en la empresa de mi padre, eso no agura nada bueno. Seguro quiere que vaya a una de sus cenas molestas. Esas elegantes, de vestido y tacones. Desde que cumplí 13, mi padre me obliga a ir de vez en cuando con el, este año, después de que cumplí los 15 voy a los cotillones de adolescentes, y lo único bueno es mi amiga Adara, que aunque vamos a la misma escuela, siempre es bueno ir con alguien genial. Me levanto y sacó de mi pequeño closeth unos jeans, una blusa top negra, los pongo sobre mi cama junto a mi ropa interior, y me meto a bañar. Ya en el espejo del baño me desnudo para verme, ya se, es vanidad pura, pero tengo 15 años, y quiero ver que todo este bien. No soy de pecho grandes, y no creo serlo, pero si tengo una cintura muy pequeña y unas piernas fuertes, aunque creo que las piernas es por el voleiball. Mi mirada llega a mi cara. Se que soy bonita. Mis facciones son muy delicadas, y tengo los ojos café claros, a veces cambian con el sol o algún tipo de ropa, mientras que mi cabello es totalmente n***o, solía tenerlo ondulado y largo, pero ahora lo uso corto, muy corto. Esto solo lo hice para evitar que mi padre me obligue a ir a las reuniones, pero resulta que desde que me crecieron las caderas y un poco el pecho, llamo más la atención. En fin, me meto a bañar y escucho a mi tía entrar al baño. —Hija, casi es hora, recuerda la cita con Egan—Si no lo mencione, mi padre se llama Egan, y si en efecto es griego. Mi madre italiana. —Si tía, lo recuerdo, por desgracia—Le digo y ella suspira. —Es tu padre, cariño, no puedes odiarlo toda la vida. —No lo odio, solo no me interesa saber nada de él. Y lo digo muy enserio, cuando nació Basil , mi hermano menor, hace 10 años. Egan era el hombre más feliz, porque por fin tenía un “hijo” de verdad, uno que podría heredar todo, pero al poco tiempo se le detectó un grado de autismo, y básicamente nos exilio, culpó a mí madre por la condición de Basil, o mas bien se desquitó con ella, el nunca se dio cuenta de que mi madre sufrió depresión post parto, y cuando lo noto, fue muy tarde, ahora ella vive en una institución mental, mi tía cuida de mi y de Basil, y aunque mi padre pasa pensión, prefiero no tocar lo mío, me gane mi beca, y Basil esta en una clínica pública en tratamiento, ha mejorada mucho, ahora es más que funcional, va a la escuela conmigo, y me encanta, ya tiene amigos, y es un chico feliz. Pero Egan no ve eso. Es curioso que también poco después del ataque de mi madre, mi padre trajo a la mejor amiga de mi madre, Misa, a la mansión, para cuidar de nosotros, pero hace un año se casaron, y tienen una hija juntos, Isabelle, qué no soy tonta, el dice que Isabelle es hija de Misa con su ex marido, pero ella es igualita a Egan, y la verdad es que me cae bien, pero igual que a mi, padre la rechaza por ser mujer. Misa, ya no puede tener más hijos, después de 2 abortos espontáneos, así que mi padre se tiene que conformar con nosotros tres. Mi tía, Basil y yo desayunamos juntos. Cuando terminamos, me pongo en marcha para ir a la oficina de mi padre, ya que hoy no hay clases. Cuando llego al imponente edificio, pero sin chiste, entro, subo por el ascensor hasta la oficina de Egan. Cuando llego su secretaria le anuncia que ya llegue, a los 10 segundos me hace pasar, así que sospecho eso no es nada bueno. —Hola Elián, hija. —Egan—Le digo como saludo —Soy tu padre. —No entraremos en esta conversación, de nuevo. El suspira de cansancio, ya que no logrará que le diga padre. —¿Qué estoy haciendo aquí?—Preguntó directa —No te andas con rodeos, ¿Cierto? —Egan, solo me llamas cuando quieres algo de mi, así que ya me acostumbre y no me hago ilusiones de que me quieras ver por ser el padre del año. —De acuerdo—Suspira y me extiende una invitación—Necesito que asistas al cotillón, esta noche. —¿Por qué? —Porque sino tu y aquel, se quedarán sin sustento. —Ya se, Egan, tu nos mantienes, y me amenazaras con el tratamiento de Basil, para que haga lo que tu quieres. El sonríe de lado. —Me gustaría que no lo veas así. —Iré —Le digo tomando la invitación y dando media vuelta. —Te quiero bien arreglada, de vestido y tacones, maquillaje, y que no pase lo de la última vez. OK, debo decir que tal vez la última vez me excedí, pues llegué en pijama. Pero el tiene la culpa, amenazó con mandar a mamá a un psiquiátrico de máxima seguridad. —Y quiero que convenzas al hijo de Petros, de que somos una empresa confiable. —Ni lo conozco —Se llama Nikos y según tengo entendido es un buen chico, será el que maneje todo en un futuro, esa empresa está en crecimiento y la quiero de aliado en un futuro. Yo solo asiento, pero no haré nada de convencer a nadie, me da igual quien sea su socio o no. Me dirijo a la puerta y antes de salir volteo a verlo y digo molesta. —Mamá y Basil, están bien, por cierto, gracias por preguntar. Y salgo de la oficina. El nunca pregunta por mamá y Basil, pero supongo que es porque para el no existen. Ya tiene una nueva familia, así que que más da. Esta tarde iré a ver a Mamá, antes de la fiesta que me dijo Egan. Cuando llego al hospital, me dicen que puedo ver a mamá, solo un momento porque esta grave de salud. Cuando entro, creo que se quedaron cortos en su situación, no ha comido, y se ve realmente mal, yo tomo su mano, pero ya no responde ni se siente calida. Se que esto no está nada bien. El doctor me comenta que tuvo una crisis. Ya la tienen controlada. Cuando salgo del lugar me espera en el auto recargada Misa. —Hola, linda—Me saluda, nunca he tenido problema con Misa, pero parece que ella si tiene un tema con nosotros. —Hola Misa, ¿Como estas? —Bien —¿Como esta Isa? —Bien en el internado —Bien, me da gusto—Mandaron a Isa a un internado después de que Misa abortara y sufriera depresión, se supone debía regresar cuando Misa estuviera mejor, pero no fue así.—¿A que debo el honor? —Necesito proponerte algo—Me dice ella —Dime. —Qué vayas a la escuela de arte, qué quieres en Francia —¿Porque haría eso? —Porque necesito que te vayas de aquí—La miro si el menor interés de seguir escuchando. —Necesito que tu padre le de más crédito a Isabelle. —Pero... —Ambas sabemos que ella es tu media hermana y Egan necesita reconocerlo, yo te garantizo que todo estará bien aquí, te seguiré mandando dinero y te garantizo cuidar de Basil, y de tu madre —¿Y si no acepto? —Pues me encargaré de hacerte la vida de cuadritos, y a tu estúpido hermano. Aprieto los puños en enojo. —Y haré qué tu madre tenga el mejor tratamiento, al grado de que pueda ser una persona funcional. Eso si llama mi atención y al final acepto, porque si algo he aprendido en estos 10 años es que Misa hará hasta lo imposible por cumplir lo que quiere. Paso a gastar dinero en ropa para el cotillon, más que nada porque mi padre me mando a Maxwell para asegurar que haga bien las cosas. Llego al salón donde es el evento y ya empezó y yo sigo en jeans, le digo a Maxwell qué me espere. No quiero un guardaespaldas todo el tiempo atrás de mi. Entro con la ropa en una bolsa negra ya toda la gente está ahí arreglada y yo aqui apenas iré a cambiarme en el salón de guardia. Demonios Egan va a matarme. Antes de entrar al cuarto, choco con alguien. Levanto mi mirada pues es alto, y veo un par de ojos azul tan claro, qué da miedo, me miran con desden
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