Saliéndose de Contexto

1491 Words
Thianya Sparks era una rebelde contumaz que no daba su brazo a torcer, y si se empecinaba con algo, eso debía darse tal cual como ella lo deseaba, y era muy berrinchuda, medalaganaria y escandalosa, lo contrario de Jake, que se imponía sin hacer el más mínimo ruido, sólo moviendo las fichas que quería a su favor. No obstante, a él le costaba mantener la compostura delante de esa mujer, y a la hora de evadir cualquier conversación que sabía que le iba a jugar en su contra, caía en una discusión innecesaria con ella. La reacción de Thianya fue una que le molestó bastante a los que estaban abajo, a excepción de Renata, quien en ese momento envidió no haber hecho lo mismo que su amiga, pero no estaba en la misma posición que ella. Obviamente Jake subió a ver a qué se debía el berrinche de la mujer a la que estaba vinculado, que cuando llegó a su habitación, se había dado cuenta que Thianya se había despojado de su ropa, mas no la encontró en ninguno de los dos baños que habían allí a medio remodelar, por lo que decidió dejarse guiar por su olfato, dándose cuenta que aquella mujer se había trasformado. Detrás de la ahora mansión Masters había un bosque, algo que se había preservado desde la primera vez que aquella residencia estuvo bajo el dominio de esa familia. Allí en los días que el pequeño Jake vivía en esa casa, le gustaba adentrarse entre aquellos árboles junto con su prima; la misma costumbre adoptó Thianya, sobre todo cuando estaba al borde de la histeria, rasguñando uno que otro tronco a su paso. Lo mismo estaba sucediendo esa noche; Thianya había salido a desquitar su ira con los árboles, pero a diferencia de otras veces ella no estaba soltando esos resoplidos que solían salir por sus fauces, sino que estaba soportando el deseo de aullar y llorar a todo pulmón, por eso en vez de rasguñar los matorrales, comenzó a golpear todo lo firme que encontraba a su paso sin mirar al frente. Aquella mujer estaba tan absorta destrozando con sus puños todo lo que tenía en frente, que apenas si se dio cuenta cuando una de sus víctimas había cambiado de un cuerpo robusto y duro, a uno más blando y con diferentes relieves en sí mismo. Ahí abrió sus ojos azules, que a pesar de estar en modo licán, ella no estaba en trance total, viendo que lo que estaba golpeando era el torso de Jake. Él también estaba transformado en su modo licán, pero en vez de atacarla, se dejó ser el objeto de su ira, viendo en los ojos de ella mucha tristeza, algo que le partió el corazón, ya que se imaginaba que todo era por la partida de aquel tipo que al parecer era más que un simple guardaespaldas para ella. Thianya cayó en el suelo sobre sus piernas, y mientras se iba transformando de licán a humana, su aullido fue cambiando a un llanto de mujer difícilmente consolable. — ¡Me viniste a j***r la vida, Masters! — Empezó Thianya a reclamar. — Primero vienes con tu rostro cubierto, valiéndote de la ventaja de ser compañeros de vida, con el pretexto de que no nos volveríamos a ver, y sin avisar me marcas a traición. Luego vienes, usando esa ventaja, y te das el lujo de importunar en mi familia, que si antes estábamos mal, ahora las cosas se han tornado a peor, y gracias a que llegaste, tengo que dejar que se vaya el hombre más maravilloso que he conocido en mi vida. — Parloteaba ella entre sollozos. Si lo que había dicho Orestes a Jake le pareció arrogante y cruel, ahora sí que las palabras de Thianya fueron agudas y punzantes. — Thianya… Por favor, no sigas diciendo algo que nos vaya a llevar a una relación insostenible. — Nuestra “relación”, Jake, nunca fue sostenible. Yo me prometí que nunca amaría a alguien, y como mi corazón estaba dispuesto a volcarse a querer a Orestes lo saqué de ahí antes de cometer tal locura. Yo ya me había decidido a no amar a nadie, ya que todos los hombres eran crueles conmigo. Sin embargo, tú has sido el peor de todos, porque viniste, me encantaste, y yo quise creer en ese encanto, pero pisoteaste mi corazón cuando cometí la infamia de contarte mi anhelo de formar familia. No conforme con eso, ahora vienes a reclamar un espacio en mi vida que no vas a cuidar, y estaba dispuesta a poner mis ideas en orden, y si eso implicaba tener que desmarcar a mi compañero de vida con alguien que realmente me quisiera, estaba dispuesta a hacerlo, y Orestes era mi mejor opción, pero también eso me lo quitaste. Thianya se paró como pudo de entre la maleza en la que estaba tirada, dejando a Jake en cuclillas, tal y como él se había puesto frente a ella después de volver a su estado humano. No sabía qué pensar, todo lo que había escuchado más las palabras que una vez le dijo a esa mujer sobre elegirla para crear una familia con ella les estaba dando vueltas una y otra vez, aunque lo que más lo hirió fue saber que ella no lo quería realmente. — Si te rechazo o me rechazas, ¿Irías tras Orestes? Thianya se detuvo y sonrió cuando escuchó la repentina propuesta de su compañero de vida. — No sólo eso, Masters, dejaría todo lo que tengo para irme con él, pero conociendo a Orestes, ya es demasiado tarde para resarcir errores. Así que aprovecha y destrózame, ya no tengo ganas de seguir imponiéndome, y si quieres irte con cualquier ramera que quiera darte esas “terapias” que tanto te gustan porque a mí no me da la gana de dártelas, hazlo cuando quieras, yo veré cómo soporto el dolor de tu infidelidad, o me buscaré un juguete nuevo donde mejor me parezca. Lo último que se imaginaria Jake Masters era que vería una versión derrotista de Thianya Sparks. Creía que el orgullo de esa mujer era inquebrantable, pero había aprendido que más que eso, era débil, lo malo que también se dio cuenta que el suyo era frágil además, porque toda esa discusión lo llevó a entender las cosas de una manera difusa. — Thianya Isobel Sparks Jensen… La aludida se volteó anonada. — No voy a rechazarte para que te vayas tras ese pendejo que dices amar, que de haber sido cierto, hubieras luchado por su amor de la manera que se corresponde. Lo tuyo más bien es berrinche, porque sabes que diciendo esas cosas vas a herirme profundamente. — Si tuvieras corazón quizás te creería. Y no hables como si supieras algo de sentimientos, Jake Liam Masters Strong, porque a ti quizás nunca nadie te rechazó en tu vida o jugó con tu corazón, más bien eres de los que se te hace fácil destrozar a alguien cuando más ilusionada esa persona lo está contigo. Jake estaba recordando en ese mismo instante el dolor que tenía en el corazón cuando justamente a él le pasó lo que Thianya en su ignorancia había descrito que él era capaz de hacerle a alguien más. — Es cierto que te dije que no serías la mujer con la que quisiera formar una familia, Sparks, y si lo pienso, sigo creyendo lo mismo. Estás podrida de dolor por dentro, aunque desgraciadamente el destino nos jugó sucio al unirnos. Cuando me canse de ti, y te destroce, ese día voy a rechazarte. — Impuso Jake. — Pues le diré, señor Masters, que ni una marca cobarde en mi cuello y ni siquiera una sortija en mi dedo me detendrá de seguir con mi vida en la cual me conoció, porque no le daré el gusto de ser yo la única que quede destrozada. — Pues instalaré desde ya a una amante en la mansión que me sirva de mi amante principal y usted sea mi ramera de ocasión, señorita Sparks. — Procure, señor Masters, que esa meretriz a la que vaya a traer sea del total agrado suyo… Yo, Thianya Isobel Sparks Jensen, te rechazo, Jake Liam Mast… — La fémina fue abruptamente detenida por un beso de su hombre. — No vas a librarte de mí tan fácilmente para irte a revolcar con quien se te pegue la gana, eres mi meretriz, Sparks. — Será el comodín con el que vas a hacerle la vida de cuadritos a tus enemigos aquí en Carcomel, sucio cobarde. Thianya se quitó a Jake de encima con un golpe en la entrepierna, uno que lo sintió con fuerza por estar desnudo, llevándolo al suelo mientras la mujer se iba para la mansión a vestirse, pues ya le estaba dando frio estar en las condiciones de desnudez en la que se encontraba en medio del bosque.
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