-Mariana- Señor me toma por sorpresa, no esperaba esta petición de usted, pensé que estaba interesado en la mujer de la otra noche.
-Dante- No niego que he estado interesado en esa mujer, pero se que no daré con ella. Por que le cuesta aceptar lo que le estoy proponiendo?
-Mariana- Señor me cuesta aceptar porque es muy raro lo que me pide, hay muchas mas mujeres que yo en el mundo que estarían felices de acostarse con usted y darle un hijo.
-Dante- Es cierto que conozca a muchas mujeres pero no como la conozco a usted, por ejemplo de usted se que nunca ha estado con un hombre que no sea yo o me equivoco?
-Mariana- Señor no deberíamos de hablar de algo tan privado como eso.
-Dante- No sienta pena, no es nada malo, estamos en pleno siglo 21. Además lo que hicimos en el elevador, deberíamos de hablarlo.
-Mariana- Aunque estemos en pleno siglo 21, no me gusta hablar de eso.
-Dante- Entonces dígame si solo he sido yo? por que si no es asi entonces tendré que buscar a alguien, en realidad me parece que ya había estado con alguien porque lo que sucedió en elevador me indica que ya no era virgen.
-Mariana- Señor esta conversación esta de mas me parece.
-Dante- Solo respóndame señorita, ha estado estado con alguien mas que no sea yo?
-Mariana- No tengo que responder y es algo privado, solo mío. y déjeme decirle que no acepto casarme con usted y mucho menos darle un hijo, usted y yo solo seremos jefe y empleada, además en mi corazón no cabe el casarse sin amor.
-Dante- Señorita pero yo la quiero a mi manera pero la quiero, usted no me quiere a su manera?
-Mariana- Si señor lo quiero a mi manera.
-Dante- Pues ahí esta, nos queremos a nuestra manera señorita, acepte casarse conmigo, usted me da un hijo, a los dos años nos divorciamos y usted hace su vida, además podrá ver a su hijo, claro esta ese hijo vivirá conmigo siempre.
-Mariana- Señor yo quiero una familia donde pueda estar con ellos toda mi vida.
-Dante- Entonces jamás nos divorciemos, podemos vivir de apariencia en publico y en privado cada quien hace su vida.
-Mariana-Señor mi respuesta rotunda es NO. no quiero vivir asi, cuando me case será por otra cosa y no por contrato.
-Dante- Es su ultima palabra?
-Mariana- Si señor es mi ultima palabra, lo único que quiero es que seamos solo jefe y secretaria.
-Dante- Esta bien señorita, buscare a otra mujer que quiera hacer esto. ya este tema esta cerrado entre nosotros.
-Mariana- Es lo que mas correcto me parece.
Durante el camino no hablamos una palabra mas, aunque estaba enamorada de Dante yo no estaba dispuesta a casarme sin amor y a entregar a un hijo, no lo haría.
Durante el fin de semana con mi familia, Dante se comportaba como si fuera de ella, en realidad todos se sentía bien con el, excepto yo quien solo le había hablado lo esencial.
Cuando regresamos a la ciudad Dante se despidió de mi familia pero no de mi, sus ojos me miraban mientras subía a su coche.
Ya de noche después de cenar estaba en mi habitación conversando con mi hermana recibí un mensaje de Dante.
-Dante- Señorita necesito que regrese mañana a la oficina, ya que voy a querer que me ayude con las invitaciones de mi boda.
-Mariana- Señor mis vacaciones aun no terminan.
-Dante- No se preocupe le recompensare con algunos otros días extra.
-Mariana- De acuerdo señor, mañana estaré allá.
-Ana- Con quien te mensajeabas?
-Mariana- Con mi jefe, ahora resulta que tendré que ir mañana a trabajar porque el señor se va a casar.
-Ana- Mariana estas celosa?
-Mariana- No, claro que no.
-Ana- Y por que el sarcasmo?
-Mariana- No es sarcasmo, el me pidió que me casara con el bajo contrato de sin amor y con un hijo, pero no quise, no quiero vivir asi el resto de mi vida.
-Ana- Pero tu lo quieres, o no?
-Mariana- Claro que lo quiero pero no deseo vivir una vida de esa forma.
A la mañana siguiente estaba antes que Dante en la oficina, organizando todo el trabajo de atraso que había dejado la secretaria sustituta.
-Dante- Señorita venga a mi oficina.
-Mariana- Si señor.
Entre a la oficina de Dante , el estaba sentado en la silla de su escritorio sin ningún tipo de expresión.
-Mariana- Buenos días señor.
-Dante- Buenos días Mariana, tome asiento por favor. necesito que preare estas invitaciones para mi boda.
-Mariana- Que rápido consiguió esposa!
-Dante- Usted misma dijo que habían muchas mujeres que desearían ser mi esposa, pero como a usted le interesa el hombre que la hizo mujer y no yo que fui el segundo me rechazó.
-Mariana- Señor usted no es el segundo, si no el primero y acepto casarme con usted, asi que puede cancelar esta boda en este momento.
-Dante- Que dijo? que soy el primero?
-Mariana- Es decir en mi lista de personas a elegir para casarme.
-Dante- Lo siento, ya es tarde y ahora estoy comprometido con otra mujer.
-Mariana- Pues dígale a esa mujer que prepare las invitaciones.
-Dante- Señorita no entiendo su cambio.
-Mariana- Dígale a esa mujer que prepare las invitaciones, yo no lo haré.
-Dante- Esta usted celosa Mariana?
-Mariana- Por supuesto que no estoy celosa, solo que si es la boda de otra mujer que la prepare ella.
-Dante- Señorita a usted es que se lo estoy pidiendo, esa mujer solo tiene que llegar a la boda, no tiene que mover un dedo.
-Mariana- De todos modos , busque a alguien que sepa de bodas.
Dante se levanto de su silla, caminó hacia mi hasta voltear la silla donde estaba hacia el, hizo que me ponga de pies y me llevo hacia el escritorio, nuestros cuerpos parecían uno, el calor invadía mi cuerpo y mis labios pedían a grito sus besos pero el solo me dijo una palabra.
-Dante- Obedezca ahora sino quiere perder su trabajo.
Sali de la oficina sin mediar una palabra mas.