-Joder. - Gruño, al ver que la brisa no me deja encender el otro cigarro. -Si no cumples con lo que te pido, como quieres que yo cumpla con lo que quieres. - Me gruñe, me ahogo con el humo. -Mierda. - Digo ya tranquilizándome un poco la tos, lo veo y está arrecostado del filo de la puerta con su brazos y piernas cruzada se ve tan sexy. -Espero que sea la última vez que te vea fumando. - Me gruñe. -Creo que será por cinco o cuatro meses que no fumare, si creo que si puedo. - Digo sarcástica. -Vamos nos están esperando. - Esta muy cabreado. - ¿Quién nos espera? - Sin moverme de dónde estoy, mi trasero está que duele de tanto estar tirada aquí, pero siento que aquí nadie me hará daño. -Laura y Patricio... -Diles que me quedé dormida, que me hundí en el mar y me convertí en