-Natalia. - Pego un respingo del susto, me había quedado dormida sentada con la cabeza en la cama.
-Patricio. - Le gruño ya que me asustó él está ya recién bañado, tiene dos tazas de café en su mano y me da una.
-Deberías de ir a descansar, yo me quedo con él. - Veo Alessandro que ya no esta tan pálido, por lo menos ya no presento más fiebre.
-No, me quedare aquí. - Digo preocupada.
-Ve, aunque sea a ducharte y duerme un poco. - Él también es un mando, pero más delicado.
- ¿No desistirás verdad? - Tomo de mi café.
-No ve. -Se acuesta de nuevo al lado de Alessandro abriendo su laptop.
-Gracias por el café. - Le digo ya saliendo de la habitación, con el mismo suelto la taza aun lado, me meto en la ducha, no sé si dure cinco minutos y sé que es mucho, busco un chándal y una ca
