-Siento unos dedos que bajan y sube desde mi hombro hasta mi espalda, abro mis ojos estoy con mi cabeza en su pecho, mis piernas enrolladas junto a las de él, ya no siento lo que me hizo despertar, paseo mis dedos por su herida que esta aun costado. -Buenos días, bambina. - Dice con su voz ronca, cierro mis ojos este hombre me mata con todo lo de él. -Buenos días. - Subo un poco mi cara para verlo. - ¿Ya no soy tu bebe? - Es sarcástico, ya que siempre que le doy los buenos días viene con él bebe. -Hummmm, quería que seas más. - Me muerdo mi labio, el mete un cabello detrás de mi oreja. -Vamos, llevas mucho tiempo sin hacer el entrenamiento. -Joder, no. - Le gruño me voy al otro lado de la cama. -No te gusto verme como me puse por haber echo fuerza, ¿verdad? - Dice manipulán