—¿Y Bridus?. —¿Qué hay con él?. —estamos desayunando con calma, son pocos estos momentos de compartir donde siempre está trabajando. —Nada, sino que nunca te he visto con él. —Esta bien. —alza los hombros inclinándose para agarrar no sé que cosa pero que le encanta—. Supongo que debe estar haciendo sus tareas, creo. —¿Cómo que creo?. —me mira en silencio—. ¿No eres su papá?. —Si. —Tienes que pasar tiempo con él Randok, es lo mas hermoso que un padre se interese en sus hijos. —¿Y tu con tus hijos pasas tiempo?. —quedo seria y avergonzada, bajo la cabeza comiendo sin mirarlo porque tiene razón, mi madre siempre decía que no había que hablar de los hijos de nadie—. Cuando tenia quince ciclos de vida ella llegó a palacio... Nuestra unión fue acordada desde nuestros nacimientos, no había