—Oli. —estamos en la cama desnudos mientras acaricia mi vientre, no tengo mucho pero no deja de acariciar mi vientre cada vez que estamos juntos. —¿Qué pasa?. —Debo decirte algo. —Dime. —acaricio su cabeza que esta apoyada en mis pechos. —Hay una ley que estoy intentando sacar pero los ancianos del consejo no la quieren aprobar porque están enojados conmigo, entonces todo lo que propongo me la ponen difícil para aprobarla. —¿Por qué hacen eso?. —Temen rebeliones del pueblo. —¿Y qué ley es?. —No me gusta y a ti menos... Y menos ahora Oli. —¿De qué hablas?. —Cuando los príncipes herederos subimos al trono... Debemos matar a nuestros hermanos varones. —lo miro sin creer. —¿Qué?. —se sienta así nos podemos ver a la cara mientras hablamos. —Te digo esto para que sepas nuestras leyes