Olivia tenía una semana de estar encerrada en su habitación, y por más que alegará que se encontraba bien el duque siempre se negaba rotundamente a dejarla salir. A ella le sorprendió ver lo terco que el duque podía ser. Durante esa semana el duque se quedó a dormir con ella, lo cual no era bueno para su corazón, el tenerlo tan cerca de ella hacía que su corazón se acelerará de tal manera que sentía que le saldría del pecho. Por suerte todavía le estaban dando la medicina que había recetado el médico, lo cual hacía que durmiera como un tronco durante toda la noche. Ese día después de tantas súplicas el duque había accedido a dejarla salir de su habitación, aunque solo fuera para la cena. Cuando bajó al comedor el duque ya la estaba esperando para cenar, al sentarse una de las sirv