Mientras Olivia se dirigía a la Mansión varios cisnes la atacaron haciéndola tropezar y rodar por una pequeña ladera que había detrás de unos arbustos, cuando por fin dejó de rodar, estaba un poco mareada así que se quedó un momento observado el cielo azul hasta que todo dejó de darle vueltas, luego al recordar lo que Leonard le había hecho hacia un rato sintió como su cara se calentaba de la vergüenza y dio gracias a Dios de que él no hubiese visto el estado en el que había quedado después de haber caído rodando por la ladera.
Mientras ella estaba perdida en su pensamientos escucho algo que algo se movía entre los arbustos y pensó que quizá los cisnes todavía querían seguir picotiandola, ella se levantó del suelo rápidamente esperando que la atacarán pero lo que salió de los arbustos no
