Se podría decir que era una noche normal, porque escuchar el traqueteo s****l proveniente del departamento de Hakim, ya se había convertido en una rutina para Sara. Desde el último encuentro con Gabriel, su cuerpo estaba sufriendo repentinos ataques de calentura que aparecían de la nada y se fortalecían ante cualquier mínima interacción s****l, ya fuera directa o indirecta. Por eso Sara estaba aprovechando los gemidos femeninos que llegaban hasta su cuarto para condimentar una de sus (cada vez más recurrentes) pajas nocturnas. Se estaba metiendo los dedos con los ojos cerrados, mientras imaginaba que un hombre se la cogía. Intentaba que este amante imaginario se pareciera a João, aunque a veces le costaba visualizar a su novio. Quizás después de tanto tocarse quedaría agotada y se dormirí