La primera vez que la vio fue una mañana al salir de casa. Unos mozos estaban subiendo muebles al piso de en frente cuando se quedó mirándolos mientras sentía cierta curiosidad por saber quién habría venido a vivir a aquel piso tras morir la anciana Sra. García. Con estos pensamientos en mente comenzó a bajar las escaleras pues, en aquel bloque, no había ascensor. Era un viejo edificio donde vivían varias familias que se mudaron allí desde jóvenes al casarse, tuvieron hijos, estos crecieron y poco a poco algunos fueron trasladándose o pasando a mejor vida como la Sra. García. Ya llegaba tarde así que aceleró el paso y comenzó a bajar los escalones más rápidamente, girando y girando en unas escaleras que aparentaban ser un pozo sin fin, cuando de repente… –¡Ay! –chilló una guapa chica mo