BIENVENIDA A ALASKA

2157 Words
La nieve caía en gran escala, las casas se veían lúgubres, el lugar era tan blanco y tétrico, que podría jurar que Santa Claus podría salir en cualquier momento Observe a un hombre de barba blanca salir de lo que parecía un bar de mala muerte, una pequeña sonrisa surgió de mis labios Diría que era santa, de no ser porque este hombre de barba blanca llegaba ropa totalmente negra y mostraba una expresión un tanto amenazadora Todo mientras su ropa negra de cuero consideraba que era muy delgada para el frío terrible de Alaska Este lugar, sin duda, no es mi precioso California ― ¿Te gusta lo que ves? ¿Cierto que es lindo? Observe a mi abuela, aquella mujer, que lejos de parecer una anciana, se veía como a finales de sus treinta, su cabello, entre rojo y rubio, con algunas canas brillaba en la luz del sol Mientras sonreía con una expresión llena de lástima hacia mí, como si el hecho de verme de esta manera, le doliera, pero no lo suficiente como para dar un paso atrás Sobre todo, cuando ya había enviado todas nuestras pertenecías de California, a este frío y lúgubre lugar ― ¿Dime por qué debo quedarme en este lugar? Estoy a dos semanas de cumplir la mayoría de edad, soy una persona que trabaja, que puede ser independiente y fue la mejor en sus estudios, incluso recibí una beca completa en la universidad de California, ¿Por qué tengo que estar contigo en la casa de Santa Claus? Lo acabo de ver, y no me parece que ser un duende sea tan Cool, y eso de hacer juguetes no se me da… ―Qué dramática… Ella dio un gemido de fastidio, mientras yo apreté mis labios y sin ánimos de hacer un berrinche, la observé de manera seria Esta conversación ya la había tenido en mi cabeza una y otra vez, incluso la había practicado con mi mejor amiga y con el espejo Puedo hacerlo, por supuesto que puedo ―Abuela… sé que solo faltan semanas, pero… ―La respuesta es no… ―Pero si me dejas explicarte, tal vez podamos llegar a un punto en el que… ―Ya basta Elowen, de todo lo que has dicho, tienes algo de razón, te faltan dos semanas para ser mayor de edad, así que mientras tanto, yo soy la que mando y tú no iras a ningún otro lugar, que no sea Alaska conmigo, además, los colores de la Navidad todo el año estoy segura de que se te verían hermosos… ― ¿Te estás escuchando? ¿Puedes imaginarme en medio de la nada? ¿Solo por dos semanas? ¿crees que me quedaré aquí, cuando cumpla la mayoría de edad? todo este motín que has creado de la nada se acabará, no seamos tan rudas la una con la otra, así que, Por favor… ―Ya no más… Ella habló en un tono tajante, todo mientras yo me recosté aún más molesta con ella, en el asiento del auto, todo mientras no encontraba palabras para decir Había dicho mi mejor repertorio, pero a ella no parecía afectarle en nada Y así, sin más, parecía ser que había perdido mi libertad, sinceramente, esperaba que ella me diera un poco de compresión Que por lo menos fuese la mejor abuela que siempre había sido, la mujer compresiva y cariñosa que se supone que era Pero esta mujer, sinceramente no la conocía, hacía unas semanas, solo había iniciado actuar de manera muy extraña, había dicho que era por mi bien Se había puesto nerviosa, lo había notado, cada año, después de la muerte de mi madre, lo hacía más y más, pero hacía unas semanas simplemente había enloquecido Había hecho llamadas, tras llamadas y cuando creía que ella se había calmado, simplemente había surgido con las extrañas palabras “nos mudaremos Alaska” Ese fue el comienzo del fin de mis sueños ―Cuando cumpla la mayoría de edad, podre hacer lo que desee y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo, me iré a la universidad de California y te visitaré en tu bella Alaska para Navidad, con seguridad en esos momentos, te mostraré que tan lindos me quedan los colores de los duendes… Ella me dio una mirada cargada de algo, algo que me coloco un tanto nerviosa, pero entonces sonrió como el gato de Alicia Y sin más, se encogió de hombros y murmuro algo, que parecía más para ella misma, que para mí ―Eso lo veremos… ― ¿Qué significa eso? No tuve tiempo de hacer preguntas o discutir con ella El auto solo se había detenido, lo hizo mientras mi corazón inicio a latir como un maldito loco, y por alguna razón, mi ansiedad se volvió muy incontrolable ―Hogar dulce hogar… ¿Crees que santa salga a recibirnos? Observe a mi abuela cargada de molestia, mientras ella solo sonreía divertida y caminaba hacia la pequeña casa, si se podía llamar así Parecía más una casucha llena de nueve, que no tenía la fuerza suficiente como para soportar una tormenta, aquello sin duda alguna me alteró lo suficiente ―Estamos jodidas ¿de verdad dejamos California por venir aquí? ―Eres la reina del drama… ―Abuela… Ella no me permitió seguir con mis quejas, con una gran sonrisa, camino hacia el lugar, todo mientras yo la seguía de cerca y la observaba con molestia ―Este lugar sigue siendo el mismo, jamás pensé que podríamos siquiera llegar a tener el privilegio de volver… La observé llena de sorpresa, ¿sigue siendo el mismo? ¿Cuándo la abuela había venido a aquí? Siempre habíamos vivido en California Siempre habíamos sido, mi madre, ella y yo. Mi padre, no sé nada de aquel hombre, pero jamás lo necesité y ahora mucho menos lo necesito en mi vida ― ¿Conocías este sitio? Es algo… ―Acogedor, es sin duda el mismo… Ella me observó con una sonrisa y en cuanto dimos algunos pasos para adentrarnos, pude sentir el mismo frío que había fuera de este lugar Los dos pisos de lo que la abuela llamaba hogar, se mostraban un poco imponentes, podía jurará que era muy pequeño desde afuera, pero si lo observas bien, es digno de sorprenderse Camine por el pasillo que llevaba a la sala tras mi abuela, y observe el enorme cuadro en la sala principal Y lo supe de inmediato, justamente como jamás imaginé ― ¿Tú creciste aquí? ―Así es… esta es mi antigua casa, y ahora es nuestra, vivimos aquí toda la vida, por lo menos, hasta que decidimos irnos, creía que no podría volver, pero el hecho de poder regresar y que me lo hayan permitido… Ella se quedó en silencio, apretó los labios en una línea y supe que lo que había salido de su boca, no debió hacerlo Mi familia era una de aquellas que parecían guardar muchos secretos, algunos que sabía muy bien que tenía que ver conmigo y otros que parecían más rudos y crueles en realidad Unos que abarcaban a todas las pocas personas que estábamos vivas ―No importa, es hora de encargarnos de todo este desastre, hay cajas por doquier y en el auto, hay muchas más, así que vamos a por ella La observé un poco fastidiada, caminé por los costados del hogar, ignorando sus palabras, y solo observé, las paredes que estaban llenas de fotografías Vi algunas de la abuela, con sus padres Algunas con un hombre que no tenía la menor idea de quién se trataba, había otras con el abuelo, aquel que había muerto en la guerra, según dijo mi abuela Era curioso cada que le preguntaba en qué guerra había participado, ella solo me observaba como si fuese tonta, y cambiaba el tema Por lo que creía que eso, que ella decía, no era más que una excusa, aunque ver fotos de él en este lugar, ciertamente me causaba curiosidad Entonces, también vi fotografías de mi madre, aquella a la que me parecía tanto, su cabello rojo, piel pálida y pecas por doquier Sus ojos verdes, en eso podríamos decir que diferíamos, mis ojos eran azules, mi abuela decía que eran los ojos de mi padre Era lo máximo que había logrado saber en qué me parecía, pues no solíamos charlar mucho sobre aquel ―Mamá era hermosa… ―Vaya que si… la más hermosa, mi madre decía que ella era sin duda la omega más hermosa de toda la manada… Di un alarido, lance la fotografía hacia arriba y observe a la mujer frente a mí, aquella que sonrió y antes de que el marco me golpeara la cabeza, ella lo sujetó justo antes que llegara a golpearme Al que no negaré me sorprendió, esta chica tenía magníficos reflejos ―Hola… lamento asustarte, estabas tan absorta, que no escuchaste cuando entre, tu abuela me pido que trajera esto… Su cabello n***o, sus ojos color miel y sus facciones muy bien definidas, tenía casi mí mismo tamaño, ella era más alta por algunos centímetros Mientras mostraba una brillante sonrisa, pero lo que más me causo curiosidad, además de aparecerse de la nada, fue su ropa ligera deportiva Aquella que no parecía en nada a la ropa adecuada que se llevaría en Alaska, yo estaba cubierta de pies a cabeza, aún resguardada en este lugar, mientras ella Ella parecía muy tranquila, a pesar del frío del demonio de este lugar, pero entonces Ella me mostró la caja en sus manos, todo mientras yo sentía que mi corazón estaba a punto de salir de mi caja torácica y ella sonreía divertida ―Soy Haylin Winter, mi madre vino a saludar a tu abuela, y decidí ayudarle, espero no te moleste… ― ¿Tu madre? Oh… lo lamento, yo… yo soy… ―Elowen, lo sé, tenemos la misma edad, aunque soy mayor que tú unas semanas, espero que podamos ser buenas amigas, mi madre fue amiga de la tuya; y espero que nosotras también podamos ser tan buenas amigas como ellas, aunque estoy segura de que lo seremos… tú y yo… Ella seguía hablando, lo hacía sin parar, todo mientras yo solo la observaba un poco divertida, no era alguien de muchas palabras Si, de muchos pensamientos, pero era bastante divertido ver a alguien tan diferente para variar ―Y… ¿Qué tal te ha parecido Alaska? No me digas, ¿frío? Sonreí divertida a sus palabras, mientras asentía un poco nerviosa, y ella solo se encogió de hombros y dijo las palabras mágicas ―Sé que es difícil, siempre lo es, pero luego comprenderás por qué las cosas al final terminan siendo como lo son… Ella sonrió un poco amigable, dejo la caja a mi costado y camino hacia la salida, fue entonces cuando decidí seguirla a pesar de no entender muy de que hablaba Observe a las afuera, mi abuela hablaba con una mujer y aquella, era la mujer más hermosa que jamás había visto en mi vida Claro que mi madre era hermosa, pero ella, ella era preciosa, mientras yo me preguntaba de qué iba todo lo que parecía su animada visita, ella me observó, junto a la abuela ―Cariño… que bueno que sales, te presento a lu… te presento a la madre de Haylin, su nombre es Nerissa; y la esposa del líder del lugar, ella nos invitó a cenar y estoy segura de que la pasaremos en grande… —Es un gusto Elowen, estaba ansiosa por conocerte, lamento llegar de improvisto, pero dado que cumplirás tu mayoría de edad muy pronto, creo que debemos hablar No entendía de que hablaba esta mujer, era hermosa sí, pero eso no le quitaba lo aterrador a las recién palabras mencionadas ― ¿Hablar? ¿De qué debemos hablar? ―Lo sabrás en la noche, así que te espero en nuestro hogar, nos vemos luego tía… es bueno tenerte aquí… ―Lo mismo digo cariño, es bueno estar en casa… Mi abuela se despidió de la mujer, mientras yo sentía que mi corazón se aceleraba un poco y observaba un poco ansiosa la situación ―No te preocupes, todo saldrá bien, sé que todo lo será, además, es bueno que vengas el día de hoy, mis hermanos mayores curiosamente llegaron de viaje y estoy segura de que les encantará conocerte… Aquella me guiño un ojo, lo hizo mientras yo me preguntaba, ¿de qué carajos hablaba? Pero antes de que siquiera pudiese decir algo más Ella ya se había marchado junto a su madre, mientras mi abuela se quedaba de pie a mi lado y me mostraba una sonrisa Una que no devolví, pues estaba lo suficientemente fastidiada como para mostrarme animada ―Acabo de pensarlo y llegué a una conclusión… ― ¿Y esa es? ―Santa Claus no vive en Kenai, vive en el polo norte, así que no vendrá a vernos …
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD