LA PEQUEÑA LUNA REBELDE DE LOS GEMELOS ALFAS

LA LUNA DE LOS GEMELOS ALFAS

¿Cómo puedo describir esta sensación?

Inicié a temblar, lo hice mientras sentía que de a poco perdía la conciencia y me poseía una mujer que, definitivamente, no era yo.

― ¿Qué ocurre mi pequeña luna? No he escuchado esos gemidos tuyos tan esquistos…

Otra corriente, todo mientras mi cuerpo reaccionaba justamente como ellos deseaban

―Dime lo que quieres bebé, dilo y lo haremos realidad

Observe a los dos alfas frente a mí, los dos tan iguales, los dos, demostrando en cada respiración que daban, que estaban tan encantados con la situación como yo

―Quiero que mis alfas me tomen como quieran…

Dije esto en medio de un gemido, uno lleno de tanto, que solo logro que estos mostraran una pequeña sonrisa llena de malicia, y antes de que siquiera pudiese reaccionar

Kairós, me había puesto en cuatro y de un solo tirón, Kairós, el mayor de los alfas gemelos, estuvo dentro de mí, de una sola estocada, mientras yo di un pequeño grito de placer

Pero eso no fue suficiente, porque justamente cuando me deleitaba de la rudeza del mayor de mis alfas, de las caricias que

compensaban en mi cadera, sus fulminantes estocadas

Observe frente a mi bello Lyall, aquel que mostró su típica sonrisa de niño malo, aquella que me deleitaba con solo verla

Aquella que me hacía sentir miles de cosas, con solo verme a los ojos y me hacía suspirar de inmediato

Pero en este caso no era un suspiro lo que logro sacar de mí, paso su mano por mi mejilla, recorrió mi rostro deteniéndose en mis labios

Aquellos a los cuales decidió pasar sus dedos de manera lenta y sensual, mientras se mostraba como un depredador y su hermano no paraba de hacerme gemir, mientras daba una y otra estocada

―Eres hermosa bebé, la más hermosa de todas, no puedo creer que la diosa nos haya dado tan bella bendición…

Él habló con su voz ronca, mientras de mi parte, solo pudo salir un gemido lleno de desespero, uno que él logró comprender

Pues soltó una pequeña risita que me irrito, odiaba verme tan desesperada, odiaba que estos dos hombres lobos, hicieran conmigo lo que desearan

Debido a que no lograba controlar mi cuerpo, pero entonces de la nada, Kairós me penetro aún más fuerte, mientras yo gemí aún más fuerte

Y Lyall aprovecho justamente ese momento, para penetrar mi boca con su m*****o, logrando que mis lágrimas salieran de mis ojos

Y pequeños gimoteos de mi parte, se escuchaban

―Qué perfecta imagen… la más maravillosa de todos…

La voz de Kairós se escuchó, mientras su hermano gemelo sonrió divertido y yo me concentraba en no morder la dureza de uno de mis compañeros

Me sentía a punto de enloquecer, con mis parejas dentro de mí, y empujando aún más fuerte a cada segundo

Esto era una locura, lo sabía perfectamente, no todos tenemos la vida que tengo ahora mismo, no siempre soñé con ser la pareja de un par de gemelos

Jamás soñé siquiera con tener una pareja, y mucho menos un par de lobos, un mismo lóbulo fecundado, convertido en dos personas

Eso eran los gemelos alfas, mis compañeros, los alfas de la manada suprema, aquella de la que jamás había llegado a escuchar

Más bien, si soy sincera, jamás había escuchado de lobos, jamás había escuchado de mates o de parejas destinadas, jamás había escuchado

Que yo misma era un lobo, pero todo inicio el día que mi abuela decidió que nos mudaríamos, todo inicio dos semanas antes de mi cumpleaños

Justamente cuando creía que mi vida sería diferente, llegaron estos dos enormes hombres a ponerla de cabeza

Llegaron a solo hacer que mi vida no fuese según lo planeado, que todo lo que una vez soñé, solo se evaporara, que mis prioridades cambiaran

Pero, sobre todo, que yo cambiara, pues con la llegada de los gemelos alfas, viví experiencias, que jamás en vida imagine podría llegar a vivir

Y para ello, para saber cómo llegue al momento de estar con mis alfas como lo estamos ahora mismo, deberías escuchar mi historia

Como los conocí, como me enteré de que era un lobo y, sobre todo, lo que tuvimos que pasar, para poder vivir en paz, como lo

hacemos en estos momentos