•Capítulo 01; Mientras esté vivo... Te protegeré, nos protegeré•

3869 Words
Advertencia; Esta novela es completamente ficticia, contiene escenas fuertes que pueden afectar a personas sensibles, abuso, lenguaje explícito, narcotráfico, obsesión y dependencia emocional. Si decidieron quedarse, muchas gracias... Les va a encantar. Años antes... ─ven aquí─ pidió Drago para formar una sonrisa débil en sus labios, también se encontraba deprimiendo, pero debía seguir mostrándose fuerte para poder cuidar de su pequeña hermana, él conocía otras formas para desahogarse y eso lo hacía cuando la noche caía, la vida no había sido fácil para aquellos niños con ojos y cabellos oscuros. La mayor parte de su infancia habían crecido sentados en aquella acera frente a su casa, esperando que sus padres terminara de discutir y romper todo lo que tenían como patrimonio, desde pequeño Drago se había hecho responsable de su hermana robando en cadenas de autoservicio para alimentarla, ya que sus padres no eran lo suficiente responsables con ellos. Desde la muerte de su padre todo parecía que había mejorado, ambos había sonreído más veces que en toda su infancia, su madre se había liberado de aquel hombre abusador. Aunque la felicidad fue poca para ellos, ya que meses basaron para que esta partiera por una enfermedad avanzada. —mamá—sollozó la pequeña karol, ahora sin su madre todo parecía un caos, el terror de estar sola en el mundo la tenía en incertidumbre cada día. Sabía que Drago estaría ahí, pero no le era suficiente. —tranquila vamos a estar bien, lo juro... yo te voy a cuidarte— susurró el chico mientras acariciaba su cabello intentando tranquilizarla antes de su partida, la vida seguía y ellos debían trabajar para poder seguirle el ritmo. —Nunca más la voy a ver... Mamá— sollozó en sus brazos, no estaba lista; había despertado de ese estado de shock, había pasado de no poder creerlo a extrañarla con todas sus fuerzas. —tranquila, todo va estar bien—─ insistió su hermano. —Debes dejar esta porquería drago, vámonos lejos— suplico mirándolo con tristeza, con una sonrisa el chico bajo la cabeza ocultando su rostro. Drago ahora era uno de los terroristas de aquel bloque, era el jefe, tenia el mando... no podía soltarlo, no era bueno en nada más que en ser un desdichado. —Karol... No es fácil, me he esforzado demasiado para ser hacerlo bien, un jefe nunca se retira hasta que pierde la vida a manos de otro— explicó después de un gran silencio, después de la pérdida de su madre habían perdido aquella casa, un departamento en malas condiciones era su nuevo hogar. —Como sea— espetó para separarse de él, molesta limpio sus lágrimas bruscamente, odiaba lo que eran, lo que hacíamos y de lo que vivían. —estoy aqui— la voz de Maddox lleno el pequeño departamento del piso cinco, sección C... sesenta metros cuadrados. —al fin llegas— reclamo el hermano mayor mirando al castaño con un gesto molesto. —me iré a cambiar— aviso mientras desaparecía en los pasillos estrechos dejando a karol sola con aquel hombre. Con una mirada rápida está observó al tipo parado frente a mí, vestía de negro... cuero principalmente; Lucia fresco y relajado. Un juego de miradas nació en aquel lugar, realmente lo que sucedía con ellos era desmoralizado para cualquier que los conociera. —La extraño Madd— exclamó causando nuevas lágrimas, sin pensarlo el tipo de alta estatura se acercó ella. —Shawty realmente no se que decirte— balbuceó el sujeto mientras la tomaba en sus brazos. —Nunca he experimentado ese tipo de dolor— siguió sin prepararse de ella, simplemente era lo que necesitaba aquella niña. —Todo, pero deja de decirme Shawty— soltó para volver a limpiar sus lágrimas, con una sonrisa el chico negó, le gustaba verla sonreír... admirar la inocencia en sus ojos. —pídeme todo menos eso, eres mi ricura, mi Shawty— susurro cerca de ella, erizándole la piel... veinticuatro meses los mantenían juntos viviendo un romance prohibido para la sociedad, ella era demasiado joven y él con demasiada experiencia. —Esta noche lo sabrá Drago— exclamó para ambos siendo discreto, desde un inicio no planeaba enamorar de aquella niña, pero cada vez el deseo era más fuerte. —Te puede hacer daño Madd, te amo y no quiero perderte también— advirtió la mujer de cabellos oscuros, Drago siempre había sido celoso en ese tema, era intocable para él. Saber que su socio y hermana pequeña estaban juntos podría llevarlo a la locura. —lo aceptará— Juro dejando un corto beso en su frente, era tierno algunas veces, pero su rudeza nunca lo dejaba solo. No era el tipo perfecto, ya que técnicamente era un criminal, karol lo sabía, sabía que estaba perdidamente enamorada un delincuente, era tristemente su primer amor. —¿de que hablan?— la voz de su hermano hizo que se separarán velozmente, con una mirada curiosa aquel sujeto con tatuajes en el rostro los miraba fijamente. —de nada— respondió nerviosa, este accedió lentamente llevando la mirada a su amigo, su socio y el gran pecado de su hermana. —Bien... vámonos— después de unos cuantos segundos ambos estaban listos para retirarse del departamento, dejándola sola de nuevo. ¿En que momento... él cambio? Actual... ||karol|| —Iré a descansar— avise a aquella familia que me había acogido después de tantos años de soledad, ahora tenía a gente que me estimaba después de todo. —claro— respondió Lucy, la madre de aquel matrimonio reconocido y honorable. —Señorita, un sujeto pide verla— aquella voz me hizo girar de golpe, una mujer de servicio me miraba fijamente. —¿Cual es su nombre?— preguntó el padre de aquella familia, ambos se preocupan por mí y era entendible... conocían mi historia y sabían todo lo que me había ocurrido a mi corta edad. —Jason Weber— —No— suspire al reconocer aquella voz, tensa lleve mi mirada en aquel hombre de traje, el único que había aceptado darme una ayuda sin pedir nada a cambio, aquel hombre que había crecido junto a mí de cierto modo. —No debes verlo— informó este, era como un hermano mayor para mí, trabajaba para él... pero simplemente no le daría poder en mi vida. —Iré con él— informe sería para caminar a la puerta principal dejando todo atrás, había dicho que regresaríamos a Alemania y que me despidiera de aquel chico rubio. —Has dicho que me despida— recordé. Había pasado largos días de la mano de Jason conociendo aquella ciudad nueva para mí, cada vez me enamoraba más, era diferente a lo que conocía. —¡¿A donde vas?!— aquel grito causó euforia en aquella familia, en segundos todos parecían buscar una explicación de su reacción, en otro episodio podía ser algo relacionado con celos, pero en este caso no lo era. Él y yo era imposible... simplemente trabajamos juntos. —A verlo— informé para seguir con mi camino ignorando sus pasos, pude sentir como este me seguía por aquella casa de sus padres. —No puedo dejarte ir— de cierto modo, aquello me indicó solo una cosa... y esa fue traición, me había vendido. —¡Deniel suéltame!— pedí del mismo modo, forcejeando intenté liberarme de él, en segundos sus padres aparecieron en la escena más que sorprendidos. —Suéltala— ordenó su padre molesto. —No puedes irte— confesó el tipo. —Deniel— insistió su padre causando furia en su cuerpo, después de segundos tensos este accedió liberándome por completo. —¿Estas bien?— preguntó su madre, Lucy, accedí intentando mantener la calma… Debía salir de esa casa, de la vida de aquellos sujetos adinerados, debía huir, antes que el diablo se presentara de nuevo frente a mí. —Si... debo irme— exclamé alejándome de ellos, con pasos largos llegue a la puerta de cristal, sus ojos me examinaban, sabía que nunca mas los podía volver a ver, dejaba todo sin decir o hacer algo. Metafóricamente veía como mi trabajo soñado caía frente a mis ojos. Sin más pelee con aquella manija hasta obtener mi libertad, con una sonrisa brillante observe al tipo frente a mí, mi salvación. —Debemos irnos— ordené al verlo intentar caminar a mí, sabía que dejaba una vida cómoda atrás... aunque de todos modos que no era mía y no me pertenecía. —Bien— balbuceó el chico para abrirme la puerta de su auto, solo buscaba la libertad... el diablo estaba cerca intentándome cazarme. [...] Había dejado de contar el tiempo, simplemente me mantenía observando el televisor alardear de asuntos exteriores. El trayecto había sido silencioso y tal vez eso le había informado a Jason que habían ciertas dificultades con respecto a mí. Y claro en todo momento pregunta por aquella situación del lugar, preguntas sobre Dax el hijo de Deniel y Amon, por lo que sabía Jason trabaja para ellos. —¿Que sucede?— preguntó rompiendo en silencio. —No entiendo nada— insistió para observarme fijamente, esperando de mí la verdad. Había conocido aquel chico semanas antes, simplemente sabía que me llamaba Karol, que era alemana y trabajando para Deniel Cortez. ─Necesito irme de aquí─ contesté mirando a la ventana, tenía una buena vista después de todo. —¿Por que?— insistió para acercarse a mi repentinamente, con una mirada rápida lo observé, era divino y un peligro... Después de Maddox me había jurado no volver a caer más por un hombre. —Maddox está aquí— conteste cabizbaja. —¿El hermano de Drake ó...?— accedí sin pensarlo, su hermano había llegado antes a aquella ciudad y la presencia de Maddox al principio para saldar cuentas con su hermano. No sabía en que momento supo de mí, no podía volver a caer después de lo vivido a su lado. —Dedo ser sincera... crecí en una familia disfuncional, mamá murió por cáncer, mi padre por una sobredosis o eso dicen, y mi hermano... fue asesino sin justificación— le conté, este me miro incrédulo con la boca ligeramente abierta del asombro. —me enamoré de un hombre el cual me dejó por escapar, sola con quince años quede en la ruina... sin saber cómo dirigir un bloque, sin saber nada de la vida... tuve una decadencia que casi me deja sin vida y entonces encontré a Deniel, me ofreció un trabajo, pase cuatro años junto a él aprendiendo hacer su mano derecha, era un trabajo que me agradaba. Conocí a Deniel de pequeña en el mismo bloque... todo fue bueno hasta que me arrastro a este lugar, entonces todo empezó a cambiar, el hombre que una vez ame volvió aparecer y me quiere llevar con él— termine para limpiar mis lagrimas gracias al recuerdo. Maddox había sido el primer amor de mi vida, y ahora simplemente corría de él, no era bueno para mí, ya que él ahora tenía poder; era un criminal peligroso más que antes. Me había abandonado para seguir haciendo tratos sucios, me había dejado en la calle y a manos de policía... —¿esto es verdad?— No me creía. La decepción me golpeo fuertemente, exhale para mirar a otra parte buscando una solución sensata. —me gustaría que no fuera verdad, pero lo es— confesé apenada a mi realidad. La situación no era buena, el día había sido largo con aquellos eventos, él presiente del lugar en coma y su hija en casa de Deniel. —Vámonos— exclamó tomando mis manos. —No, no quiero ponerte en riesgo, no soy alguien que valga la pena... gracias por todo Jason— susurre acercándome a sus brazos, con un abrazo descanse en su pecho por segundos. Lo conocía tan poco, pero era suficiente para nombrarlo el mejor hombre de todos, junto a él me sentía a salvo... por un momento imagine un futuro con él, algo absurdo. —te juro que mientras este vivo... Te protegeré, nos protegeré—negué, Jason tenía una fragancia exquisita. —No debes hacerlo— advertí con dolor, sería egoísta solo pensar en mí... él, ya tenía una vida en el lugar y yo simple debía seguir huyendo. —Nos iremos me oíste— sin poder evitarlo accedí, me atraía... —Quiero estar contigo— susurró, sin pensarlo junte nuestros labios en un casto beso. —No lo hagas— pedí al verlo alejarse de mí, miré como de su estante tomaba una caja llena de billetes en mal estado. —Vámonos de aquí— repitió acercándose a mí, negué tomándolo de ambos brazos. La puerta se abrió de golpe causando que los dos nos separamos del susto, al mirar a aquella dirección me encontré con Maddox, el cual mantenía una cara de diablo, no mentía al describirlo. En segundos el diablo había aparecido frente a nosotros, de aquel sujeto que tanto huía... me había encontrado. El nerviosismo abrazó mi cuerpo, escenas no deseadas pasaron por mi mente... —¡¿CREÍAS QUE NO TE IBA A ENCONTRAR?!— gritó al dar pasos largos y dejar en descubierto aquellos tipos detrás de él, sin pensarlo me tomó del cabello para separarme de aquel hombre. Con gritos de dolor mis lágrimas salieron, de aquel hombre que una vez ame... solo cenizas quedaban. —¡déjala!— grito confundido Jason al tirarse sobre él, algo que sus hombres no permitieron. —¡Karol!— gritó el chico al recibir golpes en todas partes por aquellos hombres de n***o. —Du bist eine Hure— susurró para ambos. (eres una fácil) un juego de miradas nació en aquel momento, solo podía oír los gritos de dolor de Jason. —¡déjalo Maddox!— grite intentando luchar contra él y ayudar a Jason, cosa que no obtuve gracias a un golpe en mi rostro. —¡ERES UNA ZORRA!— exclamó al tirarme en aquella pared sin importarle absolutamente, sentí el golpe sobre mi mejilla, quedando aturdida. —Jason— susurré tratando de pararme e ir con él, miré su rostro cubierto de sangre y aquellos hombres acabando con él. —¡¿TODO ESTE TIEMPO HA SIDO ÉL?!— miré al mismo demonios agarrar a Jason de la camisa para soltar una risa sin gracia observándolo fijamente. —déjalo— supliqué en el piso... el dolor era punzante casi traumático. —despídete— advirtió arrojando a Jason al piso y sacando su arma, negué repetidas veces mientras mis lágrimas decoraban el lugar, Jason gemía de dolor y terror. Mi corazón se paro en ese momento, con todas mis fuerzas me arrastre a Jason e intente cubrirlo, estaba mal herido sin fuerza en el cuerpo, sus latidos me indicaron lo peor. —¡¡No!!— grité al sentir como tiraban de mi alejándome de él y entonces aquello ocurrió, había sido tarde... Miré los ojos de Jason abrirse a más no poder y escuchar el disparo en la habitación. —tú me perteneces Shawty y a nadie mas— sentenció el hombre de traje n***o para después disparar el arma repetidas veces sobre Jason sin importarle que yo estuviera presente, la sangre de Jason había manchado a todos en el lugar. Había perdido... él me había encontrado. [...] Desperté gracias a la luz que se colaba por una ventana, recordar todo lo vivido horas antes hizo que abriera los ojos de golpe, en segundos sentí dolor en mi rostro y talones, al alzar la vista me di cuenta de que estaba amarrada en una cama, recorrí todo el lugar por completo; era una recámara, no tenía mala pinta. A mi cabeza llegó Jason; lo había visto morir, lo había visto agonizar y el culpable de todo era Maddox. Estaba en sus garras otra vez. Sin otra cosa que hacer grité como nunca en mi vida pidiendo ayuda, suplicando que alguien me escuchara y ayudara. Me había desmayado gracias a Maddox quien me había dado un golpe con su arma... mis lágrimas no tardaron el salir, la desesperación me abrazo, no quería verlo. ¿Como sabía que estaba con Jason?... Deniel, él me había traicionado. Grité, grité y volví a gritar, pero nadie me oía, ni un ruido se escuchaba en el lugar... me di por vencida después de una hora de luchar contra aquellos nudos. Mi lucha fue interrumpida por aquel sonido de una puerta abriéndose, de aquella puerta la presencia de Maddox fue mostrada. —Shawty— saludo lo más normal del mundo para después acercarse a mí, el arrepentimiento ni siquiera bailaba por su rostro, al contrario se mostraba contento y lleno de vida. —¡eres un monstruo!— grité cuando lo tenía enfrente de mí, observándome con una sonrisa oscura. —¿tanto te gustaba ese maldito?— se burló para después acercarse a mí y tomar mi mentón dejando un beso en él. El asco tomo mi cuerpo prisionero, no quería tenerlo cerca. —Suéltame— ordené m. —¡Lo mataste!— susurré intentado mirar a otra dirección, mis lágrimas mojaron mis mejillas, la frustración hacía temblar mi cuerpo y el terror cada vez era más partícipe. —mataré a quien sea, mataré a quien te vuelva a ver cómo él lo hizo— amenazó acariciando mi mejilla. —Esto es enfermizo... No te quiero en mi vida después de todo lo que has hecho, ya no soy una niña inmadura que creía y quería una vida contigo— balbuceé esperando una reacción de su parte que llegó después de segundos. alzó la mano para darme una bofetada... solo sentí ardor en mi mejilla, esa había sido parte de su respuesta. —No blasfemes Shawty— advirtió dejándome libre, ver la furia bailar en su cuerpo me hizo sentir rabia e impotencia. —Suéltame— supliqué perdiendo la dignidad, bajando el tono de mi voz… —No... te irás conmigo a Ibiza en tres horas— Explicó dejándome boquiabierta, Aquel lugar era extremadamente lejos. —que— murmuré sin coherencia. —Ya no tengo nada que hacer aquí... mi hermano se ha ido y te he encontrado al fin— Contestó al dejarme tranquila y recorrer aquella habitación con pasos lentos. —vas a tomar un baño y después nos iremos de aquí— explicó lo más normal del mundo, aún no crecía lo que estaba pasando. —Maddox eso es inhumano, yo debo irme— rogué intentando desatar aquellos cordones, debía ir con Jason, yo era culpable. —no lo harás, lamento informarte que desde ahora tu vida me pertenece, te voy a desatarte... tomaras un baño para largarnos de aquí— explicó detalladamente acercándose a mí para deshacer aquellos nudos. Al tener oportunidad golpe su rostro intentando levantarme para poder huir de aquella habitación, debía pedir ayuda, debía hacer un escándalo, sabía que alguien me iba escuchar, alguien me había me iba a ayudar. —¡cállate!— gritó empujándome dentro de la habitación la cual era un baño, Al parecer mi fuerza no le había afectado tanto y mi plan había muerto al mismo tiempo que se había creado. —Date un baño, estamos a quince pisos así que no intentes saltar por la ventana— informó mientras salía del baño dejándome completamente sola y asustada. Caminé dos pasos encontrándome con un gran espejo; era un asco, mi rostro mantenía ciertos hematomas sin olvidar que estaba hinchado gracias al llanto. Me fui desvistiendo lentamente sin dejar de obsérvame en aquel espejo. Le hice caso y tomé una ducha, mis lágrimas no dejaban de caer, sin más cerré los ojos perdiendo el tiempo. Debía ser un sueño, Maddox nunca había regresado... Yo seguía siendo libre. —Shawty— su voz me hizo reaccionar dando un pequeño salto en aquella bañera. —Shawty— insistió. —karol si no respondes voy a entrar... te lo advierto— su voz ahora tenía un tono sombrío. Y sin darme tiempo de responder él entró golpeando aquella puerta sin importarle dañarla o encontrarme en una situación complicada. Me intente tapar con mis brazos, sus ojos recorrieron mi cuerpo sin dudarlo... eso causo que el sujeto sonriera como un psicópata. —vete— susurré con miedo a lo que podía suceder, y es que con él no estaba a salvo ni un solo segundo. —no— contesto acercándose a mi. —¡Maddox por favor vete!— supliqué cuando lo tenía enfrente, arrodillado en aquella tina de baño Su semblante estaba relajado, este observaba mi pecho y hombros tal vez imaginando porquerías. —no me pidas eso joder...— susurró pasando sus manos por mis hombros, trate de alejarlo pero era imposible. Él era más fuerte y más temible que yo. —por favor— intenté sonar comprensiva, pero no fue suficiente. —No me pidas eso— susurro sobre mi cuello pude sentir su aliento golpearme. —Levante... Ahora— ordenó serio. […] Me había tomado a la fuerza... había abusado de mi. Él fue el primer hombre en mi vida cuando, Al cual me había entregado por amor en aquella ocasión... El mismo hombre que ame, me estaba destruyendo. Mientras él llegaba a un orgasmo mis lágrimas caían a más no poder. Mientras él me decía y juraba amarme... yo pensaba como acabar con él. Mientras él marcaba y ensuciaba cada parte de mí... mi odio creía aun más. —te amo— fue lo único que dijo al caer rendido junto a mí, su respiración era pesado mientras que yo lloraba sin poder controlarme, No sabía cómo reaccionar, ni cómo sentirme al respecto, solo quería regresar a casa. Después de unas cuantas horas llorando me encontraba en una pista de aterrizaje, Al mirar en la ventana podía observar a todos sus hombres preparar aquel vuelo privado y mirar como cargaba su equipaje. —Baja— ordenó al abrir aquella puerta de una manera brusca, con una mirada tensa lo observé sin decir o hacer nada, temía de él y no lo quería cercar. —Ahora— sentenció. Con pasos torpes bajé de aquel auto, mi vista recorrió mejor aquel lugar solitario, era un viaje clandestino. Con un empujón este me coloco a su lado y me incitó a caminar para tomar aquel vuelo, mis lágrimas salieron a flote sabía que al subirme en aquella avioneta todo cambiaría, iba directo al infierno a quemarme y a sufrir como siempre lo había hecho. Nunca había pensado que, aquel chico Dulce y aquel amor prohibido terminaría en esto, en destrucción, en abuso... nunca me hubiera imaginado que él cambiara tanto. El narcotraficante más buscado y valioso de Ibiza me había encontrado y haría un infierno en mi vida su lado, el juego había comenzado y desde ese momento solo tendría dolor. —¿eso es preparada para perder el dolor y fuego, Shawty?— pregunto con su risa burlona a mi dirección, sin poder evitarlo mis lágrimas volvieron a aparecer, había vivido tanto mal y sabía que no lo merecía... nunca había sido mala. ________________________________________________________________________________________ Maldito sea el día en que volviste a pisar mi vida... Te odio. Atte: karol _______________________________________________________________________________________
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD