Estábamos en la oficina de la casa y al igual que todo lo demás, esta habitación estaba repleta de cientos de objetos qué lucían valiosos, así como estante gigantes qué abarcaban toda el muro.
Además de hermosos retratos de un personaje, quizás histórico, pero no me atreví a preguntar quien era, suficiente tenia con que Vincent me mostrará el donde podía ocupar el teléfono.
—Aquí tiene—expreso acercándose a un fino escritorio de madera, de estilo antiguo, pero bien conservado.
Al aproximarme, note que lo que se supone era un teléfono, en realidad tenia este disco con pequeños agujeros donde se veían los números. Me pareció muy curioso ver uno de estos, solo esperaba no tener que pedirle a Vicente qué también me ayudara, realmente me sentia inútil.
—Si necesita algo puede tocar la
