La lluvia retumbaba en el suelo lleno qué pequeñas piedrecillas blancas o al menos así me pareció cuando me vi forzada a salir del auto cuando Vincent se estaciono.
Por suerte, él era todo un profesional y llevaba consigo lo necesario para una situación similar a esa, así que al bajar una sombrilla bastante amplia evitaba qué alguna gota me mojara, pero a diferencia de lo privilegiada qué estaba siendo tratada, Vincent era quien se mojaba para guiarme para atravesar una gran puerta negra, la cuál dudaba qué sé tratara de madera, aunque realmente desconocía sobre este tipo de cosas.
A pesar de que en la mayor parte del país había todo tipo de construcciones estilo de la época de regencia y otras épocas más, nunca había podido visitar una propiedad semejante, quizás porque no era tan afi
