Eres un Jerome

1066 Words
–Jetro. –volteó a verlo. –eres un Jerome, has tenido oportunidades y privilegios que muy pocas personas poseen. De manera modesta puedo decir que la belleza que posees es de tu madre, y afortunadamente el corazón también. ¿Tienes idea de lo valioso que es eso?, todo lo demás son artilugios, pero aún así, son artilugios que muchas personas matarían por tener. Y aún así, cambiaste. Lo hiciste el día que Brandon murió. Me odias por ello, lo sé, aún si no lo dices, pero gracias a que pasaron las cosas de la manera en que todo se dió, es que tú madre sonríe, y vive su vida como lo ha hecho desde el día que nacieron... amándote, cuidándote, y teniendo a sus tres hijos. Tal vez sepas cómo es tu madre, pero yo sé quién es, y todo lo que habría dejado de ser si el resultado de ese accidente habría sido diferente. –Pienso en mi madre cada día después de ese accidente, pienso en lo mucho que habría sufrido, pero eso no hace que odie menos el hecho de que lo dejarán morir mientras a mi me daban toda la atención por ser tu hijo. –dijo indignado, sintiéndose tan poco. —pero aún no me has dicho quien te lo dijo. –insistió. –Eres mi hijo... –papá, la pregunta es clara, ¿quién te lo dijo? –insistió. –cuando uno de mis hijos se escapa de seguridad haciendo que se despida a más de treinta personas por ineptitud, se infiltra en un bar de mala muerte con identificación falsa, y se accidenta con su mejor amigo en el que él muere, y afortunadamente para sus padres, es reconocido por un colega de su tío, ya que fue imposible reconocerlo y la documentación ¡Era falsa!. Claro que lo supe. Claro que tu abuelo ocultó la historia gracias a la ayuda de tu tío Anton. Fue tu madre quien habló con el padre de Brandon, y después de ver como fue el accidente, estuvo agradecido de que nada de eso saliera a la luz... —Como siempre, la familia, dinero e influencias haciendo de las suyas... –se levantó indignado, era como si todo lo que hubieran avanzado con su padre se habrían ido al demonio por lo que había dicho. –Si no tuvieras dinero, o mejor aún... –volteó a verlo aún más indignado que nunca, acercándose a la defensiva hacia su padre, pero Alejandro no se inmutó, ni siquiera pestañeo. –Si tu dinero no sirviera de nada, si no pudiera cambiar nada con dinero, ¿qué es lo que harías...?, ¡eh! –preguntó molesto como al principio. Alejandro ya había tolerado demasiado el berrinche de su hijo, y había tenido tanta paciencia y amor por el como le había prometido a su esposa tenerle, pero si hijo insistía en negarse a aceptar que la única razón por la que ahora estaba vivo era porque tenía el apellido de su padre. –Jetro. –caminó hacia la puerta, no iba a discutir más con su hijo al respecto, ya había hecho todo por entenderlo, pero el simplemente estaba empeñado en odiarlo. –Eso haces... no tienes nada que decir, ¡porque sabes que no hay manera de decir algo que esté correcto en lo que pasó esa noche!. –gritó frustrado, el tenía esa manía de querer respuesta y lo mataba no conseguirlas. –¡Él era mi amigo!, tu perdiste a tu amigo, ¿no sé supone ir deberías entender? –lo miró fijamente a los ojos con ira y resentimiento. Se sentía tan herido al recordar la muerte de su mejor amigo, que quería que su padre sintiera lo mismo –¡¿o es tan poco lo que significó Samuel para ti?! –sonrió, porque sabía que eso lo lastimaría, e inmediatamente se arrepintió al ver a su padre fijamente. Él pudo ver como su mirada cambió, antes de estallar furioso. –Brandon era un adicto que arruinó su vida y la de sus padres por capricho, él no planeaba morir la noche del accidente, eso no lo pudo controlar. ¿Sabes qué fue lo que hizo su padre cuando la policía llegó a su casa y le dijo que su hijo había muerto? ¡Sintieron alivio! –gritó molesto, y aunque se limitó tanto como pudo, Jetro dió paso atrás. –Brandon no era tu amigo, era un adicto que uso tu amistad con el para que las personas a la que le compraba droga no le hicieran nada aunque les debía. ¿Sabes que fue lo que pasó cuando te encerraste en tu habitación por una semana, en casa de Jenko? ¡¡Toda tu familia estuvo ahí!! Tu madre lloró de rodillas al pie de tu cama suplicando a un Dios en el que ella me hizo amar, que te proteja de amigos cómo él. Tus hermanos no dormían hasta que no lo hicieras tú, ¡Toda tu familia pasó la noche entera sin dormir, porque tú no lo hacías!, ¿quieres decir que Samuel no era importante para mí?, ¡¡Bien!!, pero no te atrevas si quiera a comparar a un adicto que planeaba tu secuestro y pedir treinta millones de dólares por ti, para sus deudas de drogas, cuando no pudo entregar a tu hermana, ni a James. Porque te aseguro que no hay comparación. –caminó furioso hacia el ascensor y presionó el botón. –Amo a tu hermana de la manera que lo he hecho, porque no quería que al crecer sintiera que mereciera menos de lo que el mundo debía darle. Cuando amas de verdad a una persona quieres siempre lo mejor. Eres mi hijo, y siempre estuviste junto a tu madre, y yo jamás dejé de amarte. ¿Quieres odiarme por ser un Jerome?, bien... Yo te amaré por los dos. –dijo entrando en el ascensor. Jetro vio a su padre enojado y dolido, tanto como no lo había visto, y pudo notar como su voz estuvo por quebrarse al cerrar las puertas del ascensor. Lo que no pudo ver, fue a su padre llorar mirando hacia arriba, trataba de no hacerlo, pero ésta vez, las palabras de su hijo le había dolido tanto, que de haberse quedado más tiempo, habría roto la promesa que le hizo a su esposa.
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