Natalia Mis pies se deslizan por la sabana, mi espalda se arquea y pongo los ojos en blanco, sintiendo cómo la lengua de Rafael lame todo mi sexo mojandome más, su pulgar frota mi clítoris, siento como mi cuerpo empieza a convulsionar, me encanta, me fascina su boca en mis labios… sus manos ahora aprietan mis pechos, siento sus diente tirar de mi clítoris y se me escapa un grito, puedo sentir su sonrisa sobre mi sexo. Me enloquece. Una corriente eléctrica hace que me mueva en la cama y mis gemidos cada vez parecen más sollozos, no me controlo, su lengua no para, sus manos, explotó tan fuerte que lo he mojado por completo, me tiembla todo. Rafael se retira un poco y siento como sus manos palmean mi sexo haciendome temblar más, escucho su ronca risa y ahora quiero abofetearlo. — Mi delic