Después de que Morgan vomitara dos veces, comenzó a ayudarme a meter cada parte del cuerpo mutilado a la bañera, cuando acabe del primero sacamos el segundo y la curiosidad por saber cómo se siente pudo más con ella. Ella casi descuartiza al segundo tipo, yo termine de hacerlo y cuando termine de poner todo en la bañera fue Morgan quien comenzó a echar el ácido. — Tienes que esperar y hacer esto por parte – dijo. – Si lo haces todo de golpe se tapará el drenaje y entonces sí que será difícil deshacerse de esto. — Vaya, no lo había pensado. — Por suerte me tenías – me sonrió. Pasamos casi toda la tarde acabando con eso, cuando la hora ya estaba llegando nos dimos una ducha, y tímidamente me pidió si le daba una dosis de algo. Le di una jeringa y yo tomé sólo otro par de pastillas, c