Rafael — Señor Castle es un gusto conocerlo. — El placer es mío señorita – estrecho mi mano con la de la italiana. — ¿Cuánto tiempo lleva aquí en Florencia? – pregunta cuando nos sentamos. — Solo llevo dos meses – sonrió y miró a la chica que me trae mi taza de café, me dio un guiño y le sonrió. Italia me ha maravillado tanto, no solo en su mercado y forma de trabajar, sino en la cantidad de chicas que se lanzan a los brazos de un extranjero. Creo que he tenido más sexo estando aquí en Italia de lo que tuve en América. — Dos meses y ya se abrió buen pasó en el mercado, sus acciones está creciendo aquí y parece que quiere un nuevo negocio – la italiana me mira con una sonrisa. – Debo preguntar ¿su negocio será legal? — No quiero abrir un negocio, solo me atrajo la línea de la mo