36. PRIMERA NOCHE EN LA CASA DEL ABUELO

1098 Words

Todo inicia siempre con la suavidad de un beso, con esos labios que, sin saber cómo lo hace, logran correr cada día un poco más mis límites sexuales y me hacen amoldar a los deseos del hombre que me tiene entre sus brazos. Mi marido. Ya he aceptado que es mío, me pertenece, así como yo le pertenezco. No es un buen hombre, claro que no, no puede serlo y, aun así, no me imagino haciendo esto con alguien más. Estoy acorralada contra una pared con mis manos prisioneras sobre mi cabeza. Me tiene indefensa con las caricias que sus labios y su otra mano libre me regalan. Puedo sentir la excitación de su m*****o frotándose sobre mi cuerpo y, poco después, estoy incómodamente mojada. —Nos escucharán —susurro preocupada. —¿Y? No pienso contenerme por ellos. Prefiero escucharte, sentirte —mi bata

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD