Maximiliano
Despierto con un dolor de cabeza que se me parte.
Intento ponerme de pie, pero todo se me revuelve, jamás volveré a irme de fiesta por tantos días seguidos.
Nuevamente, mi dolor de cabeza me azota. — masajeo mi cien. -
Me levanto y mi cabeza con cada pisada que doy creo se me partirá, Qué maldito dolor de cabeza.
Me dirijo al baño y me ducho para que se me pase, cuando ya estoy listo voy a mi guardarropa, pero antes de llegar veo en el sofá ya listo lo que me pondré y me pongo un pantalón chándal y un chaleco.
¿Qué hora es?, necesitó una maldita pastilla y cuando quiero buscarla en mi mesa de noche, me doy cuenta de que este no es mi departamento y menos la casa de mis padres.
¿Dónde estoy?
De igual manera salió a buscar a sus padres o a alguien para que le informara donde diablos estaba.
También necesitaba que alguien le informara sobre lo que pasó la noche de su matrimonio.
Sabía que debía muchas disculpas y que los sermones debería aguantarlos porque hizo el ridículo. — ok me siento mal por el ridículo que le cause a todos.
Tengo que dar muchas explicaciones y tendré que aguantar a mis padres.
Aun así, estaba decidido a irse a su departamento, pero cuando intento salir la puerta estaba con seguro y por más que intento abrirla no se podía.
Busco por cada cajón y estantería alguna llave de repuesto, hasta que se recordó que en el dormitorio había un teléfono.
Cuando lo tomo e intento marcar se dio cuenta de que no se podían realizar llamadas, cuando sus nervios estaban por hacerlo llorar por la desesperación.
La puerta de entrada es abierta y él corre por el corredor para ver quién era y se encontró a nada más y nada menos que a su madre.
Suspiro y se acercó, pero su madre lo detuvo con una cachetada que le llego a alinear sus chakras.
Cuando él salió de su asombro, ya que su madre, jamás de los jamases, le había levantado la mano.
. — Siéntate, Maximiliano. — dice sería y con cara de pocos amigos.
Mamá yo quería…
. — tú no pides nada y menos quieres nada, me escuchaste.
. — o que, quieres volver a ponernos en boca de todos y que volvamos hacer el hazmerreír de todos.
Solo la miro porque no sé de qué me habla, yo solo estoy en el sofá, en un rincón recibiendo un regaño.
Pensar que yo solo quería llegar a mi departamento, comer algo y tomar nuevamente una ducha y empezar a dar la cara y empezar a lidiar con mis padres y con mis suegros.
Cuando mi madre me pone el video de mi boda no puedo recriminar ahora a mi madre por esa cachetada ya que me quede dormido encima de la mesa de postres. Literal encima
Mis dichos, aunque en mis labios surca una leve sonrisa.
. — bueno estas en el departamento que tu esposa tenía de soltera, como ya han pasado 2 días de tu boda.
Que dijo mi padre por eso. — digo apuntando el video.
. — tu padre había sugerido volver a tomar el mando de todo hasta saber qué hacer contigo, y como te advirtió que sí hacías algo estúpido. —Dice apuntando la pantalla.
. — qué crees, tú.
Me levanto rapidísimo porque no pueden hacerme esto, toda mi vida me estuve preparando para encargarme del imperio de mi familia.
Cuando estoy a punto de explotar ella levanta su mano y me dice que no he perdido nada y yo vuelvo a tomar aire y caigo al sofá de un solo golpe.
. — cuando el video, salió a la luz y no sabemos de dónde se filtró. Ella decidió darte un voto de confianza y te apoyo.
. — su explicación dejo más que satisfecho a tu padre y al de ella.
. — que jamás has hecho nada contra la empresa y que vives para ella.
Solo asiento y ahora a mi enojo, es más, ya que le debo a esa mosca muerta, el que no me hayan sacado la presidencia.
Antes de irnos, mi madre me dice. -
. — hijo, por favor conócela, es una buena muchacha.
Claro madre. -le digo. Y en mi interior mi sangre hierve.
Salgo rápido y no me interesa esperar el ascensor y bajo por las escaleras, menos mal que es departamento es en un sexto piso.
Llegando a mi departamento debo decidir
qué hacer con mi esposa y cómo excusarme con mis suegros.
Tomo un vaso de agua mineral y me dirijo al balcón de mi sala de estar, miro mi celular el cual está muerto desde hace casi una semana.
Si yo estaba en su departamento de soltera, donde estará ahora, donde viviremos.
Dejó de lado mis pensamientos respecto a la niñita esa.
Me pongo a buscar mi cargador y lo pongo a cargar y de inmediato suenan los mensajes, mis amigos me invitan al club, pero me niego, ya que al día siguiente debo ir a mi empresa.
. — hermano eres el puto amo. — dice Dastian
. — ya me imagino a tu esposa, con un infarto. — dice Mickey.
No sé a qué se refieren y les digo que porque hacen ese comentario.
Y me envían un video en donde grito que me da asco mi esposa y después imágenes de cuando estuve en mi despedida de soltero y a mí cuando me están sacando a rastras y con mi cara con crema.
Cierro mis ojos y me doy cuenta de que metí la pata hasta el fondo y más. En el video mi vista viaja a una mujer, aunque fuera de foco lleva una mano a su rostro y se retira.
Maximiliano jamás llamó a su esposa o en su defecto tampoco recibió llamadas de ella, lo que lo lleno de un alivio, ya que no tiene a su mujer molestándolo.
Pero, aunque en el fondo, su orgullo estaba siendo herido porque sintió un poco de molestia al ver que la niñita no le dio importancia a su actitud en la boda ni lo llamó ni le reclamo.
Definitivamente, estaba relajado porque no tenía que dar explicaciones a nadie de nada de lo que está haciendo y seguía siendo el mismo Maxi, mujeriego y arrogante.
Cuando estaba a punto de irse a la cama, su timbre suena y se detiene un momento. Decide que su cansancio es más fuerte.
Y cuando vuelve a su dormitorio su celular suena y es su padre y a penas contesta. Un grito le hace mirar confundido, él jamás fue así.
. — al parecer, no puedes tener tu entrepierna tranquila y sigues con tu vida de libertinaje aun sabiendo las consecuencias.
Pero… pero… no sé dé que hablan.
Miro mi celular y una foto de una mujer con un vestido cortísimo, la imagen es como si estuviera saliendo.
Esto debe de ser una broma, alguien me está tratando de hacer quedar mal delante de todos
Continuara..