Para cuando finalmente llegaron al establecimiento donde estaba el abuelo de Morgan, la nieve había aumentado su intensidad, logrando que el alfa tuviera que entender las varitas para que limpiara la nieve que se fue acumulando en el vidrio ante el viaje.
—Yo bajaré a Darío —anunció Morgan, no queriendo que su Muffins hiciera un esfuerzo de más cuando su pierna le había estado doliendo horas atrás.
—Está bien, pero ponle el gorro antes de bajarlo —indicó Kendall, quitándose su cinturón de seguridad—. Si tienes aquella mochila con sus cosas, ¿cierto? —preguntó, observándola.
—La tengo desde que me dijiste que debería de mantenerla en el auto en caso de emergencia —asintió, imitándole—. ¿La bajo? —preguntó.
—Sí, nunca sabes cuando puedes necesitar algo —respondió el omega, abriendo la pu
