CAPÍTULO DIECISÉIS Kyra caía por el aire y se aferraba a la espalda de Theon mientras giraban fuera de control. Veía que se acercaban cada vez más al suelo y sabía que moriría en unos momentos, pero a pesar de eso no se preocupaba por ella misma. Solo podía pensar en una cosa: el Bastón de la Verdad. Lo alcanzaba a ver debajo de ella cayendo y girando desde el cielo a la tierra, brillando cada vez que le daba la luz. Kyra apenas podía creer que el dragón se lo hubiera quitado de las manos. Se había sentido tan poderosa y tan invencible que estaba segura que ella y el bastón nunca se separarían. Y solo así, con un solo golpe, el frágil destino de Escalon se tambaleaba; y su propio destino, tan precario, estaba en juego. ¿Cómo era posible? ¿Cómo fue que un solo golpe de un dragón se ponía