[León Hernández] Pase la tarde viendo como Ximena hacía y hacía llamadas, ella era una mujer muy activa. Salía y entraba de la oficina, con un montón de papeles en mano. Dando ordenes sobre tipos de telas, costos, proveedores, clientes y otras cosas que no entendía nada. Se supone que yo tengo que saber todo lo que ella hace por que un día tendré que ocuparme de esa parte del trabajo, ahora ella hacía lo de su trabajo como asesor financiero de la empresa y también el de Ceo. Aunque parecía que estaba muy ocupada, tenía la sensación de que trataba de evitarme, la notaba ansiosa, distraída. Algo le estaba pasando. —¿Estás bien? —le pregunto de pronto al momento de que se sienta en su silla después de desaparecer un par de horas. —Si estoy bien —se apura a responder, carraspea y vuelve la