CAPÍTULO ONCE
Después de haber recorrido el viaje de medio día hasta Paradise y haber depositado a Spelling en la cárcel de la ciudad, continuaron a través de la pradera hasta donde esperaban encontrar a Burroughs y su tropa. Julia había insistido en acompañar a Cole y poco podía hacer el explorador para disuadirla. “Quiero mirarlo directamente a los ojos y decirle lo que ha hecho”.
En esa primera noche, acampando bajo las estrellas, se sentaron junto al fuego que había hecho Cole, ella mirando las llamas, él mirando su perfil. “A él no le importará”, dijo por fin.
“Esa ya lo sé. Pero quiero decírselo de frente y que él esté consciente de ello”.
“¿Es por eso que usted obligó a Spelling a hacer su confesión ante el sheriff?”
Cogió un pequeño trozo de madera y lo arrojó al fuego. “No ne
